Entendemos
por fin aquello que sirve a la voluntad como fundamento objetivo de su
autodeterminación, y cuando es puesto por la mera razón tal fin debe valer
igualmente para todos los seres racionales. En cambio, lo que constituye
simplemente el fundamento de la posibilidad de la acción cuyo efecto es el fin
se denomina medio. El fundamento subjetivo del deseo es el estímulo,
mientras que el fundamento objetivo del querer constituye el motivo. Por
eso se hace una distinción entre los fines subjetivos, que descansan en
estímulos, y los fines objetivos, que pasan a convertirse en motivos que valen
para todo ser racional.
(Kant. Fundamentación de la
metafísica de las costumbres)
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