¿EXISTE REALMENTE EL IMPERATIVO CATEGÓRICO?
La formulación del imperativo categórico únicamente señala, de un modo general, su contenido, es decir, nos muestra que nuestro deber consiste en acomodar nuestros deseos particulares ( máximas ) a la universalidad de la ley moral. Toda máxima subjetiva que no pueda adquirir tal universalidad debería ser rechazada como algo a-moral. Por otro lado, el imperativo categórico no nos dice que hagamos esto o lo otro, sino que únicamente nos señala como deberíamos actuar. Ahora bien, todo esto nos sitúa en un mundo realmente abstracto e ideal y muy apartado de la realidad concreta en la que actuamos. Por todo ello, Kant, se plantea la cuestión siguiente: ¿EXISTE REALMENTE EL IMPERATIVO CATEGÓRICO? En este contexto afirma Kant: hemos expuesto el contenido del imperativo categórico, pero no hemos llegado a demostrar que HAY un tal imperativo, que haya una ley práctica de la razón que de órdenes absolutas por sí misma y sin otros impulsos, ni que el obedecer sea un deber.
La respuesta de Kant a este interrogante es el siguiente:
El concepto que vincula necesariamente la voluntad de todos los seres racionales haciendo necesario y real la validez universal del imperativo categórico es el concepto de FINALIDAD.
La finalidad tiene que ser algo que vale por sí mismo, es decir, algo que tiene un valor absoluto y universal ya que si dependiera de las voluntades particulares sería origen de imperativos hipotéticos y no categóricos. Solamente lo que es un fin en sí mismo podría constituirse en un principio objetivo de la voluntad para servir así como ley práctica. Por ello dice Kant: suponiendo que hubiera algo cuya existencia tuviera un valor absoluto en sí mismo, algo que como fin en sí mismo, pudiera ser fundamento de leyes determinadas, entonces el fundamento de un posible imperativo categórico, o sea, de una ley práctica, se encontraría en ello y solo en ello.
Pues bien, tal fin en sí mismo es el HOMBRE MISMO EN CUANTO SER RACIONAL. Por lo tanto, el concepto de ser racional, como fin en sí mismo, es el fundamento que explica porque la razón práctica, por sí misma, y, sin otros condicionantes puede formular y hacer existir realmente leyes prácticas o imperativos categóricos que, desde ese momento, no solamente expresarían un contenido sino que tendrían también una existencia real y objetiva. Por todo ello, Kant, formula de este otro modo al imperativo categórico: obra de tal modo que trates a la humanidad, en tu persona o en la de los demás, siempre, y, al mismo tiempo, como un fin y nunca meramente como un medio.
¿Cómo entender la formulación anterior del imperativo
categórico? La idea de que el hombre, como ser racional, es un fin
en sí mismo y no meramente un medio aparece formulado claramente en la
idea de imperativo categórico. En este sentido, la validez objetiva, es
decir, la existencia real, del imperativo categórico, así como el porque
de la necesidad que implica su obediencia y respeto, tienen su fundamento último
en el mismo hombre que, como ser racional, es un fin en sí. Pero, además,
en el texto se hace referencia a la necesidad de tratar a los demás seres
humanos, aún cuando actúan como medios, como fines en sí mismos. Con
ello, Kant, quiere decir lo siguiente: es evidente que resulta imposible no
hacer algún tipo de uso y de utilización de los otros seres humanos
distintos a uno mismo. Por ejemplo si voy al peluquero, es evidente que lo
voy a utilizarlo como un medio para un fin que no es el mismo. Ahora bien, aún
en tales casos, nunca deberíamos usar de él únicamente como un medio, es
decir, como si su único valor residiera en servir de medio para la
finalidad subjetiva del cliente, es decir, en el caso del ejemplo, ser únicamente
un peluquero y no una persona. Pero, además, esta formulación del
imperativo habla del obrar en tu persona como un fin y no como un
medio. Ello quiere decir que siempre que usemos de nuestra propia persona
meramente como un medio para alcanzar algún fin, estaríamos actuando mal
moralmente. Por ejemplo, el suicida que utiliza su cuerpo prescindiendo de
él y así utilizándolo como medio para evitar el sufrimiento, uno estaría
utilizando de sí mismo para alcanzar un fin alejado de su ser como persona.