BREVES APUNTES SOBRE EL PENSAMIENTO DE KIERKEGAARD:
Sören Kierkegaard (1813-1855)es uno de los filósofos importantes del XIX y precursor de la denominada filosofía de la existencia del siglo XX.
Según Kierkegaard el hombre es una síntesis de infinitud y finitud,de lo temporal y lo eterno, de libertad y necesidad. Una síntesis, por tanto, es una relación entre dos. Pues bien, el hombre, según Kierkegaard, unicamente llega a ser sí mismo cuando procede con consciencia a la síntesis de su ser. Por ello, el ser sí mismo no le es dado al hombre facilmente, sino que es una tarea cuya realización ha sido entregada a su libertad. Todo ello tambien implica la posibilidad de que pueda existir una desproporción en su síntesis y que consciente o inconscientemente no encuentre su sí mismo. Kierkegaard denomina a este estado como desesperación. En este contexto, Kierkegaard define el pecado como el no querer ser uno mismo ante Dios.
Según Kierkegaard existen varios estadios dentro de la existencia individual. Uno de ellos es el estadio estético. En este estadio el hombre vive en la inmediatez, puesto que todavía no se ha elegido como sí mismo. No sólo vive en lo externo y lo sensorial, sino que vive de ello, y según esta divisa: hay que vivir la vida. Un ejemplo de ello es el Don Juan. Pero como la realización de este modo de vida depende de las condiciones externas, es decir, de algo que no está en su poder y que, por tanto, no puede dominar a su antojo, acaba, más tarde o temprano, haciendo su aparición el fenómeno de la desesperación al ser consciente de que pueden serle arrebatadas las condiciones de dicha existencia. Este hecho acaba por   hacer surgir el salto al estadio ético que tiene lugar cuando el individuo en su desesperación opta por sí mismo. El ser sí mismo produce en el sujeto la conciencia de libertad y elección. Ello permite ganar la independencia respecto de las circunstancias externas ya que, ahora, es uno mismo y no lo demás, quien toma las decisiones. Caracteristicas como el diferenciar entre el bien y el mal, la seriedad, el deber, la responsabilidad en su profesión y el matrimonio, definen, según Kierkegaard, el estadio ético.
Sin embargo, tampoco este estadio permite al hombre llegar a la perfección. Y es que el sujeto es consciente de estar sometido al pecado y, por ello, se siente incapaz de conseguir una vida ética ideal. Pues bien, cuando se reconoce como pecador y se arrepiente es cuando da el salto al estadio religioso. Ahora comprende que por sí mismo (unicamente) no puede liberarse de modo auténtico. Es la hora de entrar en el ámbito de la fe y ser consciente de la paradoja que implica el creer que la eternidad ha llegado al  tiempo, es decir que Dios se convertido en hombre a través de la figura de Cristo. Ahora es cuando comprende que la verdad es imposible alcanzarla por uno mismo y que unicamente es a través de la fe cuando resplandece.