Meditaciones Metafísicas
(3ª Meditación)


Descartes (1596-1650)

ACERCA DE LA IDEA DE DIOS

Sólo queda la idea de Dios, en la que he de considerar si es algo que no haya podido proceder de mi mismo. Bajo la denominación de Dios comprendo una substancia infinita, independiente, que sabe y puede en el más alto grado, y por el cual he sido creado yo mismo con todo lo demás que existe, si es que existe algo más....Cuanto más deligentemente lo considero,tanto menos parece haber podido salir sólo de mi. De lo que hay que concluir que Dios necesariamente existe...... Porque, aún cuando exista en mí la idea de substancia,..............no existiría la idea de substancia infinita, siendo yo finito....Además, no debo pensar que yo no percibo el infinito por una idea verdadera, sino tan sólo por la negación de lo finito.....Al contrario veo manifiestamente que hay más realidad en la substancia infinita que en la finita, y, por lo tanto, existe primero en mí la percepción de lo infinito, es decir, de Dios que de lo finito, es decir de mí mismo.
Parece oportuno investigar si yo podría existir teniendo la idea de Dios, si un ente tal no existiera en realidad. Entonces, ¿de quién existiriría?. De mi, o de mis padres, o de otros entes menos perfectos que Dios. Si mi existencia procediese de mi mismo........... entonces todas las perfecciones cuyas ideas existen en mi mente me las habría dado a mi mismo, y de tal manera sería Dios..........Además, dado que no dependen entre sí de ninguna manera, del hecho de que haya existido hace poco no se sigue que deba existir ahora, a no ser que alguna causa me cree de nuevo, es decir, me conserve........ya que la conservación difiere de la creación sólo según el pensamiento...................Por ello, debo interrogarme a mí mismo si tengo algún poder, por el que consiga que yo, que existo ahora, exista un poco despues; porque no siendo sino una cosa que piensa....si existiera un tal poder en mi, estaría consciente de él; pero veo que no hay ninguno, y por esto concluyo evidentemente que yo dependo de algún ser diferente de mí....Quizás aquel ser no sea Dios y he sido engendrado...por causas cualesquiera menos perfectas que Dios.... Pero, como hemos dicho antes, es manifiesto que tanto debe existir la misma realidad en la causa como en el efecto, y.............., sea cual sea mi causa, se ha de reconocer que ella es tambien una cosa que piensa, y que posee la idea de todas las perfecciones que atribuyo a Dios. Se puede investigar si ella existe por sí o por otra causa. Si existe por sí, es manifiesto, por lo anteriormente dicho, que es ella misma Dios....;si existe por otra causa, se interrogará nuevamente del mismo modo si ésta existe por sí o por otra causa, hasta que se llegue así a la última, que será Dios. Está bastante claro que no puede haber en este caso una sucesión hasta el infinito, especialmente tratándose aquí no sólo de la causa que me ha creado en el tiempo, sino en particular de aquella que me conserva en el momento presente......... En lo que se refiere a los padres, aunque sea verdad todo lo que haya pensado sobre ellos, no me conservan, sin embargo, ni me han creado de ninguna manera, en tanto que soy una cosa que piensa, sino que han puesto tan sólo ciertas disposiciones en una materia........por lo que se ha de concluir que del hecho de que exista, y de que posea la idea de un ser perfecto, es decir, Dios............
que existe....En definitiva no puede ser que yo exista como soy, es decir, teniendo la idea de Dios, si, al mismo tiempo, Dios no existiera. ¿De qué modo he recibido esta idea de Dios? Porque no la he recibido con los sentidos....ni ha sido imaginada por mí, puesto que no puedo sustraer nada a ella ni añadirle algo; hemos de reconocer, por tanto, que su idea no me es innata como me es innata la idea de mí mismo.......Dios, al crearme, ha puesto en mí esa idea, como el signo del artífice impreso en su obra......Por ello, es muy verosímil que haya sido hecho en cierto modo a su imagen y semejanza, y, en esa semejanza, es donde está contenida la idea de Dios.
Descartes. Meditaciones metafísicas.3ª meditación.
DESCARTES


SECCIÓN 1
Ideas

Test1

Test2
Juego

SECCIÓN 2

Meditación1
Meditación2
Meditación4
Meditación5
Meditación6

SECCIÓN 3
Recursos
Principal






































IDEA DE DIOS

Despues de haber analizado y llegado a la conclusión {
ver texto} de que uno mismo podria ser la causa de las ideas, que existen en él, sobre las cosas corporeas, los ángeles y  los otros hombres parecidos a uno mismo, Descartes, pasa ahora a investigar si uno mismo podría ser tambien la causa de la idea que tenemos de Dios.
3ª Meditación





































SIGNIFICADO DE LA PALABRA DIOS
Descartes comprende con la palabra Dios a un substancia infinita, independiente, que sabe y puede en el más alto grado, y creador de todo lo que existe. ¿Podría ser uno mismo la causa de tal idea?.
3ª Meditación





































NO PUEDE SALIR DE MÍ
Según Descartes la idea de Dios no podría salir de uno mismo. Y es que uno mismo es todo lo contrario a lo que tal idea implica. Es evidente, afirma Descartes, que si uno mismo fuera la causa de que en él exista la idea de Dios, entonces, dado que tiene que haber, al menos, la misma realidad en la causa y en el efecto, uno debería poseer todas las cualidades presentes en Dios ( infinito, omnisciente, todopoderoso, creador ). Pero lo cierto es que la experiencia personal nos demuestra cuán lejos está el sujeto humano de poseer tales atributos. Ahora bien, yo sigo teniendo en mí la idea Dios. Parece que no puedo ser la causa. ¿Quién la puso entonces en mí? 

3ª Meditación





































DIOS EXISTE (Prueba Gnoseológica)
Dado que yo no puedo ser la causa de que exista en mí la idea de Dios y, sin embargo, tal idea está presente en mí, no hay más remedio que concluir que ha sido el mismo Dios quien la colocado en mí. Pero si esto es cierto, entonces Dios existe. Descartes ha matado dos pajaros de un tiro: ha descubierto cuál es la causa de que en uno exista la idea de Dios, pero, al mismo tiempo, ha descubierto que Dios existe. Estamos ante la denominada Prueba Gnoseológica cartesiana sobre la existencia de Dios.

3ª Meditación





































NUEVA INVESTIGACIÓN
Ahora Descartes se plantea una nueva cuestión que, como más adelante se verá, le llevará a descubrir otra prueba (prueba causal) sobre la existencia de Dios. Su nueva investigación va encaminada a averigüar si él podría existir con la idea de Dios, si, al mismo tiempo, Dios no existiese. Nótese que, ahora, la cuestión no es averigüar si él es la causa de la idea de Dios, sino si podría existir con la idea de Dios si, al mismo tiempo, Dios no existiese.
3ª Meditación





































EXISTENCIA A PARTIR DE MI MISMO
Con la intención de responder a la pregunta de si uno mismo podría existir con la idea de Dios, si, al mismo tiempo Dios no existiése, Descartes, va someter a prueba las siguientes hipótesis.

  1. Si Dios no es causa de mi existencia con su idea en mí, entonces yo mismo he podido darme la existencia con tal idea en mí.

  2. Si Dios no es causa de mi existencia con su idea en mí, entonces puede que hayan sido mis padres quienes me han dado la existencia con tal idea en mí.

  3. Si Dios no es causa de mi existencia con su idea en mí, entonces puede que otros entes menos perfectos que Dios, hayan sido quienes me han dado la existencia con tal idea en mí.  
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EXISTENCIA A PARTIR DE MIS PADRES

Con la intención de responder a la pregunta de si uno mismo podría existir con la idea de Dios, si, al mismo tiempo Dios no existiése, Descartes, va someter a prueba las siguientes hipótesis.

  1. Si Dios no es causa de mi existencia con su idea en mí, entonces yo mismo he podido darme la existencia con tal idea en mí.

  2. Si Dios no es causa de mi existencia con su idea en mí, entonces puede que hayan sido mis padres quienes me han dado la existencia con tal idea en mí.

  3. Si Dios no es causa de mi existencia con su idea en mí, entonces puede que otros entes menos perfectos que Dios, hayan sido quienes me han dado la existencia con tal idea en mí.  
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EXISTENCIA A PARTIR DE OTROS ENTES
Con la intención de responder a la pregunta de si uno mismo podría existir con la idea de Dios, si, al mismo tiempo Dios no existiése, Descartes, va someter a prueba las siguientes hipótesis.

  1. Si Dios no es causa de mi existencia con su idea en mí, entonces yo mismo he podido darme la existencia con tal idea en mí.

  2. Si Dios no es causa de mi existencia con su idea en mí, entonces puede que hayan sido mis padres quienes me han dado la existencia con tal idea en mí.

  3. Si Dios no es causa de mi existencia con su idea en mí, entonces puede que otros entes menos perfectos que Dios, hayan sido quienes me han dado la existencia con tal idea en mí.  
    3ª Meditación





































CONSERVACIÓN

Descartes refuta aquí su primera hipótesis. Uno mismo no puede ser la causa de su existencia con la idea de Dios. Y es que si uno fuera la causa de su existencia, entonces podría conservar su vida todo el tiempo que quisiese, dado que conservación y creación son conceptos que unicamente difieren en el pensamiento. Con todo esto, Descartes, quiere señalar que si uno mismo fuera la causa de su existencia, podría decidir conservar su vida infinitamente e, incluso, jugar con ella, decidiendo morir durante media hora para poder crearse de nuevo. Pero, como la experiencia nos muestra que todo esto no es posible, entonces debemos concluir que no somos nosotros mismos la causa de nuestra existencia con la idea de Dios en nuestro interior.
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CAUSAS MENOS PERFECTAS
Descartes refuta aquí la 2ª hipótesis. Tampoco podrían ser entes menos perfectos que Dios los causantes de mi existencia con la idea de Dios en mí. Y es que, dado que tiene que haber, al menos, la misma realidad en la causa que en el efecto, esos entes, que causan mi existencia, tendrían que ser, por lo menos, substancias pensantes, ya que eso es lo que uno mismo es. Ahora bien, si esa substancia pensante causa mi existencia, entonces, debería poder conservar su propia vida ya que es creador. Pero si logra conservar su propia vida, entonces ya no es igual a mí mismo. Y si no logra conservarla, entonces ha recibido su existencia de otro ser que si la conserva; y si éste último no la conservara, entonces, la habría recibo de otro. Pero no podemos seguir hasta el infinito (aquí Descartes nos recuerda, en su argumentar, a Aristóteles y Tomás de Aquino)  en la búsqueda de ese ser que pueda conservar su vida. Por lo tanto, tenemos que postular la existencia de un ente, que si es capaz de conservar su vida y que ha sido la causa de mi existencia con la idea de Dios. Ese ente es Dios. Luego Dios existe.
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MIS PADRES
Esta es la 3ª hipótesis que Descartes refuta. Mis padres tampoco pueden ser la causa de mis existencia con la idea de Dios. Y es que es evidente que ellos unicamente han puesto ciertas disposiciones en una materia, pero no tienen el poder de conservar mi existencia ni de crearme.
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CONCLUSIÓN FINAL
Trás  refutar la tres hipótesis descritas, Descartes, establece como conclusión, de la denominada prueba causal demostrativa de la existencia de Dios, que dado que ni él mismo, ni otros entes menos perfectos ni sus padres, pueden ser la causa de su existencia con la idea de Dios, no tiene más remedio que concluir que, dado que él existe con tal idea, Dios, es no solamente la causa de que tenga tal idea, sino que es tambien la causa de su existencia

Del hecho de que exista y de que posea la idea de un ser perfecto, es decir Dios, no puede ser que exista como soy, es decir teniendo la idea de Dios, si, al mismo tiempo, Dios no existe.(3ª meditación)
3ª Meditación





































IDEA DE DIOS NO ES INNATA
Descartes afirma que la idea de Dios no le es innata como, por ejemplo, la idea del Cógito. Esto quiere decir que la idea de Dios no pudo  descubrirla a través de la intuición, tal como sucedió con el Pienso, luego existo. Es este principio el que le permitió llegar, como sucede ahora en la 3ª meditación, a descubrir la idea de Dios. Más adelante, sin embargo, veremos como es posible que Descartes haya caido en un círculo vicioso.
3ª Meditación





































SIGNO DEL ARTÍFICE
Parece que Descartes está señalando aquí -quizás por no enfrentarse con la Iglesia- que la idea de Dios es innata en el sentido de que nos creó a su imagen y semejanza, al situar en cada uno de nosotros su idea, como el signo del artífice impreso en su obra.

3ª Meditación