Discurso del Método

Descartes
A continuación, reflexionando sobre el hecho de que dudaba y que por consiguiente, mi ser no era del todo perfecto, pues advertía claramente que era mayor perfección conocer que dudar, traté de indagar de dónde había aprendido a pensar en algo más perfecto de lo que yo era.....Respecto a los pensamientos que tenía de muchas otras cosas fuera de mí, como el cielo, la tierra, la luz, el calor y otras mil, no me era tan difícil saber en modo alguno de dónde procedían, porque, no observando en ellos nada que pareciera hacerlos superiores a mí, podría creer que, si eran verdaderos, dependían de mi naturaleza en tanto que ella posee la perfección del pensamiento.....Pero no podía ser lo mismo sobre la idea de un ser más perfecto que el mío;....y puesto que no hay menos repugnancia en que lo más perfecto sea consecuencia y dependencia de lo menos perfecto que la que hay en que de la nada proceda alguna cosa, tampoco podía proceder (tal idea) de mísmo. De suerte que sólo restaba el que ésta (idea) hubiese sido puesta en mí por otra naturaleza que fuera verdaderamente más perfecta que yo lo era, es decir, para decirlo con una palabra que fuese Dios.
Descartes. Discurso del método. 4ª parte

Descartes
A lo cual agregaba que, puesto que conocía algunas perfecciones que no tenía en modo alguno, no era yo el único ser que existía (usaré libremente aquí, si os parece bien, los vocablos de la Escuela), sino que era preciso de necesidad que existiese algún otro (ser) más perfecto, del cual yo dependiese y de quien hubiese adquirido todo lo que tenía. Pues si hubiese tenido por mí mismo lo poco que participaba del ser perfecto, por la misma razón hubiera podido tener por mí mismo todo lo demás que sabía me faltaba, y así, ser yo mismo infinito, eterno, inmutable, omnisciente, todopoderoso, y, en fín, poseer todas las perfecciones que podía admitir en Dios.
Descartes. Discurso del método. 4ª parte.

Asi pues, siguiendo los razonamientos que acabo de hacer, para conocer la naturaleza de Dios, en tanto que la mía era capaz de ello, me bastaba sólo considerar, de todas las cosas que encontraba en mí alguna idea, si era perfección o no el poseerlas, y estaba seguro de que ninguna de las que manifiestan cierta imperfección estaba en Él....Así advertí que la duda, la inconstancia, la tristeza y cosas semejantes no podían estar en Él, puesto que yo mismo me hubiera alegrado mucho de verme exento de ellas.....Además, dado que había conocido en mí muy claramente que la naturaleza inteligente es distinta de la corporal, considerando que toda composición denota dependencia, y que la dependencia es un defecto, de aquí deduje que el estar compuesto de estas dos naturalezas no podía ser una perfección de Dios y que, por consiguiente, no lo estaba; pero que, si había algunos cuerpos en el mundo, o algunas inteligencias, u otras naturalezas que no fuesen del todo perfectas, su ser debía depender de su poder (divino), de tal modo que no podrían subsistir ni un solo momento sin Él.
Descartes. Discurso sobre el método. 4ª parte

Descartes

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A CONTINUACIÓN
Desde el momento en que Descartes descubre en el cógito, ergo sum un principio indubitable se encuentra en una encrucijada: o finalizada ahí su investigación, con lo que su filosofía desembocaba en el solipsismo, o bien intentaba, a partir de la certeza del cógito, ya que sobre todo los demás sigue la duda, demostrar la veracidad de todo aquello que no es el pensamiento. Este es el camino que Descartes tomará a continuación.
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ALGO MÁS PERFECTO
Descartes se encuentra encerrado en sus ideas o pensamientos pues es de lo único acerca de lo cual, de momento, tiene una certeza indubitable. Pues bien, analizando sus ideas, Descartes, observa poseer una que se refiere a un ser más perfecto que él mismo, es decir, un ser que no duda y que es omnisciente. Ante este hecho, Descartes, intentará averigüar quien es el causante de que tal idea se encuentre en él.
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FUERA DE MÍ
Analizando sus pensamientos, Descartes, dice encontrarse tambien con ideas que se refieren a cosas que existen fuera de él, y se pregunta acerca de quien podría ser la causa de las mismas. Concluye que no sería absurdo pensar que él mismo pudiera ser tal causa y justifica su posición en dos razones:

  1. Esas cosas no parecen ser superiores a mí, afirma Descartes. Por lo tanto, no sería absurdo suponer que mi propia naturaleza (más perfecta que las cosas) pudiera ser la causa de la veracidad de tales cosas.
  2. Si de las ideas, de las cosas que existen en mí, yo no fuera la causa de su verdad, entonces estarían en mi debido a mi imperfección, que me hace dudar de las cosas exteriores, y, entonces, tales ideas provendrían de la nada o tendrían su base en la idea del ser perfecto que tengo en mí
  3. Nótese que, tanto en un caso como en otro, las ideas podrían provenir del mismo Descartes.
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SOBRE LAS IDEAS

Según Descartes el pensamiento piensa siempre ideas, es decir, el pensamiento no recae directamente sobre las cosas sino sobre las ideas. Pensamos no en el mundo sino en la idea de mundo. Por ello, diferencia en la idea los aspectos siguientes:

  1. La idea como acto mental o modo de pensamiento. En este sentido estaríamos ante una realidad formal y todas las ideas tendrían la misma realidad.
  2. La idea como contenido objetivo. En este sentido estaríamos ante una realidad objetiva en donde las ideas poseerían una realidad diferente y diversos grados de perfección entre sí.
  3. Descartes divide tambien las ideas en innatas, adventicias y facticias.
    {Ver
    Meditaciones metafísicas}
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SER MÁS PERFECTO

Además de ideas que se refieren a cosas que existen fuera de él mismo, Descartes, dice poseer tambien una idea que representa a un ser perfecto. ¿De dónde procede tal idea? De uno mismo parece que no, ya que esta idea implica perfección y yo soy un ser imperfecto. Tampoco tiene sentido afirmar que proceda de la nada.
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REPUGNANCIA
Descartes describe aquí un axioma que establece que de lo menos perfecto, no puede surgir lo más perfecto, ya que ello implicaría que de la nada surge algo y lo cierto es que nada procede de la nada.
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OTRA NATURALEZA
Esta otra naturaleza más perfecta, causante de que en Descartes exista la idea de un ser perfecto, no es otra que Dios. Esto implica, por tanto, que Dios existe. Estamos ante la denominada prueba gnoseológica cartesiana sobre la existencia de Dios.
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AGREGACIÓN DE UNA NUEVA PRUEBA
A la prueba anterior (gnoseológica) sobre la existencia de Dios, Descartes, va añadir ahora una segunda. Suele denominarsele como prueba causal y se diferencia de la anterior en que Descartes incide en la idea de su imperfección y contingencia para postular la existencia de un ser que, no se limita a ser causa de que en Descartes exista la idea de lo perfecto, sino que es tambien la causa de su existencia.
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EXISTENCIA
En esta segunda prueba (Prueba Causal), sobre la existencia de Dios,  la idea central no es tanto el cómo es posible que uno tenga la idea de un ser perfecto siendo, a su vez, imperfecto, sino como es posible que uno exista, siendo imperfecto, con la idea de lo perfecto.
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LA ESCUELA
La Escuela, a la que Descartes aquí se refiere, es a la filosofía escolástica.
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INFINITO
Es decir, sin límites.
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ETERNO
Es decir, existiendo por sí mismo y por siempre.
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INMUTABLE
Es decir, no estar sometido al cambio.
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OMNISCIENTE
Es decir, poseer un completo conocimiento de todo.
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TODOPODEROSO
Es decir, tener poder total y absoluto.
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DIOS EXISTE

Si yo mismo, afirma Descartes, fuera causa de mi existencia con la idea de Dios en mí, entonces debería poseer las perfecciones atribuidas a Dios. Sin embargo no las poseo. Por lo tanto, es necesario que mi ser dependa, y deba mi existencia, a otro ser más perfecto. Ese ser es Dios. Por lo tanto, Dios existe. En las
Meditaciones metafísicas podemos encontrar desarrollada con más detalle esta prueba.
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NATURALEZA DE DIOS
Despues de haber demostrado la existencia de Dios, a través de las pruebas gnoseológica y causal, Descartes, pasa analizar lo que Dios es, es decir, su esencia o naturaleza.
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NO PUEDEN ESTAR EN ÉL
Descartes utiliza aquí un método propio del tomismo. Según Tomás de Aquino, entre los mecanismos que nos pueden permitir saber algo sobre lo que Dios es, existe uno al que denomina via remotionis o vía negativa. Consiste en negar en Dios aquellos atributos que observamos en la criaturas y así poder saber algo de como Dios es. Descartes hace aquí algo parecido. Dado que uno mismo duda, es inconstante o está triste, podríamos decir de Dios que es todo lo contrario, ya que estas imperfecciones no pueden estar presentes en un ser perfecto.
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NATURALEZA INTELIGENTE
Se refiere a la res cogitans como algo independiente del cuerpo ( res extensa ). Esta independencia, sin embargo, es algo relativo ya que, al final, el cógito quedará subordinado a la existencia de Dios, la única realidad absolutamente independiente.
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COMPOSICIÓN
Se refiere al compositum de la res cogitans y de la res extensa presente en el ser humano. Este compuesto ( contrariamente a la creencia aristotélico-tomista ) es sinónimo de imperfección. Es evidente que para Descartes lo mental  -del mismo modo que le sucedía a Platón - al estar unido con lo corporal pierde en perfección. Esto le lleva a concluir que en Dios - como ser perfecto - no puede haber composición sino que deber simplicidad pura.
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CUERPOS DEL MUNDO
El cuerpo humano es como una máquina acoplada al espíritu. Esta unión, como ya hemos visto, es solo de composición. Pero la composición implica dependencia y ésta implica subordinación e imperfección. Por eso no puede decirse que los cuerpos subsistan por sí mismos.
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INTELIGENCIAS
La inteligencia humana se encuentra tambien aclopada a un cuerpo y, por ello, no es algo absolutamente perfecto al ser, de algún modo, dependiente. Por ello no puede decirse que la inteligencia humana subsista por sí misma. 
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DIOS
Dios no se encuentra aclopado a ningún tipo de realidad que no sea él mismo. Por ello no es dependiente ni subordinado. Representa la perfección. Unicamente Dios es quien subsiste por sí mismo.
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