Conclusión sobre el Paralogismo
Presentación
Principal

Kant 1725-1804
La ilusión dialéctica de la psicología racional se basa en la confusión de una idea de la razón.....Me pienso a mí mismo en relación con una experiencia posible prescindiendo de toda experiencia efectiva. De ello infiero que puedo tener conciencia de mi propia existencia fuera de la experiencia y de sus condiciones empíricas....me imagino que al tener en el pensamiento la unidad de la conciencia...conozco lo substancial en mí como sujeto trascendental...pretendiendo realmente demostrar la personalidad del alma incluso despues de la muerte....Estamos, por tanto, ante una idea trascendente, entendida en su sentido propio, ya que, si bien se ocupa de un objeto de experiencia, lo hace sólo en la medida en que deja de ser objeto de experiencia.
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Kant 1724-1804
El pensamiento tomado en sí mismo no es más que función  lógica....No nos muestra en absoluto el sujeto, en cuanto fenómeno, de la conciencia....A través del pensamiento no me represento, pues, ni como soy, ni como me manifiesto a mí mismo, sino que solo pienso como cualquier otro objeto en el que prescindo del cual sea el modo de su intuición. Si me represento como sujeto de los pensamientos o como fundamento del pensar, tales formas de representación no significan las categorías de sustancia ni de causa, ya que éstas constituyen funciones del pensar (juzgar) ya aplicadas a nuestra intuición sensible....Si, en cambio, sólo quiero ser consciente de mí mismo en cuanto pensante y dejo de lado cómo se da el yo en la intuición....podría ser para mí el yo que piensa, pero no en cuanto que piensa...En el caso del mero pensar, soy el ser mismo, pero nada de él me es dado todavía al pensamiento.
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La proposición "yo pienso", en la medida en que afirma que existo pensando, no es más que una simple función lógica, pero que determina el sujeto (que es, tambien, en tal caso, objeto) en relación con su existencia, que no puede tener lugar sin el sentido interno....Por tanto, ya no hay en ella simple espontaneidad del pensar, sino tambien receptividad de la intuición. Es decir, el pensamiento de mí mismo se aplica a la intuición empírica de ese mismo sujeto. En esta última intuición debería de buscar ...el yo pensante las condiciones del uso de sus funciones como categorías de sustancia, causa....Pero esto es imposible...ya que la intuición empirica interna es sensible y no suministra más datos que los del fenomeno.
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Kant. Critica de la razón pura. Dialéctica trascendental



















































































































CONFUSIÓN

Según Kant, la ilusión dialéctica, de la Psicología racional, se basa en una clara confusión que tiene como base los elementos siguientes:

  1. Me pienso a mí mismo en relación con una experiencia posible prescindiendo de toda experiencia efectiva. 
  2. De ello infiero que puedo tener conciencia de mi propia existencia fuera de la experiencia y de sus condiciones empíricas.
  3. Me imagino que al tener en el pensamiento la unidad de la conciencia, conozco lo substancial en mí como sujeto trascendental, pretendiendo realmente demostrar la personalidad del alma incluso despues de la muerte.
    Conclusión





































































































































TRASCENDENTE

La idea del Yo pienso (alma) es un principio trascendente ya que, si bien se ocupa de un objeto de experiencia (el yo de la intuición empírica), lo hace sólo en la medida en que deja de ser objeto de experiencia (transformándose en algo simple y permanente que podría existir al margen del espacio y del tiempo (alma).
Conclusión






































































































































PENSAMIENTO

Según Kant el pensamiento (cógito) tomado en sí mismo no es más que función  lógica y, en este sentido posee los rasgos siguientes:

  1. No nos muetra en absoluto el sujeto, en cuanto fenómeno, de la conciencia. 
  2. A través del pensamiento no me represento, pues, ni como soy, ni como me manifiesto a mí mismo, sino que solo pienso como cualquier otro objeto en el que prescindo del cual sea el modo de su intuición.
  3. Si me represento como sujeto de los pensamientos o como fundamento del pensar, tales formas de representación no significan las categorías de sustancia ni de causa, ya que éstas constituyen funciones del pensar (juzgar) ya aplicadas a nuestra intuición sensible
  4. Si, en cambio, sólo quiero ser consciente de mí mismo en cuanto pensante y dejo de lado cómo se da el yo en la intuición, podría ser para mí el yo que piensa, pero no en cuanto que piensa
  5. En el caso del mero pensar, soy el ser mismo, pero nada de él me es dado todavía al pensamiento.
    Conclusión





































































































































DETERMINACIÓN DEL SUJETO
Según Kant, la proposición "yo pienso", en la medida en que afirma que existo pensando, no es más que una simple función lógica. Ahora bien, lo que es evidente es que al existir, el pensar determina al sujeto (que es, tambien, en tal caso, objeto) en relación con su existencia. Y es que tal existencia no puede tener lugar sin el sentido interno. Todo ello quiere decir lo siguiente:

  1. En el existir pensando no hay una simple espontaneidad del pensar, sino tambien receptividad de la intuición. Es decir, el pensamiento de mí mismo se aplica a la intuición empírica de ese mismo sujeto.

  2. En esta última intuición debería de buscar el yo pensante las condiciones del uso de sus funciones como las categorías de sustancia, causa, pero esto es imposible ya que la intuición empirica interna es sensible y no suministra más datos que los del fenomeno.

  3. Por lo tanto, el yo pensante es (en cuanto apercepción empírica) algo que acompaña todas mis intuiciones internas o externas; y, en cuanto apercepción pura, es lo que me permite tener identidad y mismidad (autoconciencia) para saber que, a través del entendimiento, puedo pensar, es decir, aplicar el mundo de las categorías a lo dado en el ámbito de la intuición sensible.

  4. Ahora bien, tanto el yo de la apercepción pura como el yo de la apercepción empírica, no implican la existencia del alma como algo simple y permanente (substancia) ya que ello significaría tener que situarnos fuera del ámbito de lo fenoménico.
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