Resumen al Capítulo VI del Segundo Tratado del Gobierno Civil
John Locke

CAPITULO VI
DEL PODER PATERNO

Las ideas principales presentes en este capítulo son las siguientes:

  1. Locke comienza afirmando que, al tratar el tema del Gobierno Civil, es nececario ofrecer TERMINOS NUEVOS con el objeto de aclarar el significado de ciertos conceptos importantes de la vida política. Uno de esos conceptos es el de PODER PATERNAL. Y es que no se puede olvidar que, sobre este concepto, Robert Filmer, justificaba su teoría de la necesidad de una monarquía absoluta.
  2. Uno de los primeros problemas que plantea el concepto de PODER PATERNAL, afirma Locke, es que da al padre todo el poder que un matrimonio tiene sobre sus hijos como si la madre no fuera tambien parte del mismo. Por ello, según Locke, debería cuestionarse ya desde el principio la validez de tal concepto y denominarlo de forma distinta. Locke piensa que reflejaría mejor la situación el término de PODER DE LOS PADRES. Para justificar su postura no tiene reparos en acudir a la REVELACIÓN ( con ello añadía contradicciones entre los defensores de la monarquía absoluta ) para señalar que la ley positiva de Dios, en lo que se refiere al poder de los padres sobre sus hijos, pone siempre juntos al padre y a la madre sin establecer ningún tipo de distinción de posición y poder entre ambos.
  3. Ahora bien, si se acepta la validez del concepto de PODER DE LOS PADRES, entonces resulta aburdo intentar basar en él la justificación de la monarquía absoluta. Y es que los que basan el poder absoluto del monarca en la idea de poder paternal, el nuveo término de poder de los padres estaría cuestionando la autoridad unipersonal del monarca. A pesar de la fuerza de esta argumentación, Locke, propone dejar de lado esta cuestión.
  4. A continuación, Locke, saca a colación el tema de la IGUALDAD en el estado de naturaleza tal como lo había tratado en el Capítulo II. Comienza señalando que, sobre este concepto, sería necesario hacer una serie de matizaciones ya que, al hablar de tal concepto, no estaba diciendo que la igualdad en el estado de naturaleza fuera absoluta sino meramente JURISDICCIONAL. Es evidente, señala Locke, que en el estado de naturaleza existen DIFERENCIAS de edad, virtud, facultades y meritos. Ahora bien, estas diferencias no anulan para nada la igualdad, de la que participan todos los hombres, en lo que respecta a la JURISDICCIÓN, es decir, al derecho que todo hombre tiene a disfrutar de su LIBERTAD NATURAL. Ahora bien, la igualdad no es un derecho con el nacemos ya que, cuando somos niños, estamos gobernados bajo la jurisdicción de nuestros padres hasta que la edad y la razón nos permite decidir libremente por nosotros mismos. Esta idea es lo que lleva a Locke, a partir de ahora, a tener que analizar en profundidad el tema del poder de los padres sobre los hijos.
  5. Para analizar el problema del poder de los padres sobre sus hijos, Locke, comienza haciendo referencia a ADAN como el fundamento primero de la vida humana. Señala que, desde el principio de su existencia, Adán, ya era capaz de valerse por sí mismo y de gobernar sus acciones según los dictados de la ley y de la razón, pues Dios ya lo creó así. Ahora bien, en lo que se refiere a sus DESCENDIENTES la cosa cambia. Estos nacen débiles y desamparados por lo que tuvieron que ser educados según la LEY NATURAL que dice que es obligación de los padres preservar, alimentar y educar a sus hijos. En definitiva, la LEY DE LA RAZÓN por la que se gobernó Adán y sus descendientes es la misma; sin embargo existen tambien una DIFERENCIA: los descendientes de Adán entran en el mundo de un modo diferente a como Adán lo había hecho, es decir, no tienen, desde el principio, la capacidad de disfrutar del uso de la razón ( algo que si podía hacer Adán ) por lo que no eran, desde un principio, libres. Ello les obligó a necesitar de orientación y dirección en sus vidas, labor que correspondería al poder del Padre ( Adán ).
  6. Según Locke la LEY NATURAL no es tanto limitación y restricción como DIRECCIÓN. La finalidad de la ley no es la de abolir y restringir sino preservar y aumentar nuestra libertad. Y es que la libertad consiste en estar libre de la violencia de los otros, lo cual no puede lograrse donde no existe la ley.
  7. Ahora bien, la LIBERTAD no consiste en la falta de impedimento para que cada uno haga lo que le venga en gana, sino en que el individuo tenga poder para disponer de su persona, de sus acciones, posesiones y propiedades. En definitiva, la libertad está relacionada con las leyes y no con los caprichos de las personas.
  8. Volviendo a la cuestión relacionada con el tema de ADAN y sus DESCENDIENTES, Locke, señala que lo que le sucede a estos últimos es lo mismo que le sucede a un PADRE QUE TIENE HIJOS. Estos, como sucedió con los descendientes de Adán,  nacen tambien ignorantes de la ley natural por lo que sus padres se convierten en responsables y guías de su vida. Para llevar a cabo tal tarea, Dios, concedió a TODOS los hombres un ENTENDIMIENTO que permite comprender y un LIBRE ALBEDRÍO que permite actuar de acuerdo con el conocimiento de la ley natural. Por todo ello, sobre esta base, los padres deberían prescribir la voluntad de sus hijos y regular sus acciones con el objeto de que lleguen a desarrollar totalmente esas dos facultades.
  9. Según Locke, el hombre al llegar a una CIERTA EDAD ( que sitúa en torno a los 21 años ) es capaz de conocer el significado tanto de la LEY NATURAL como de la LEY CIVIL. Hasta que cumpla esa edad los padres o tutores gobernarán y guiarán al muchacho hasta que haya alcanzado el estado de libertad y su entendimiento sea capaz de gobernarse según su propia voluntad. Desde ese momento, tanto los padres como los hijos se convierte en SUBDITOS LIBRES de una misma ley ya que el padre deja ya de tener ningún tipo de dominio sobre la libertad de su hijo y éste se liberado de la autoridad del padre. Según Locke este hecho se produciría tanto bajo el imperio de la ley natural como de la positiva.
  10. Según Locke si alguno no llega alcanzar el USO DE RAZÓN que le permita conocer el significado de la ley natural, nunca podrá ser un hombre libre tal como les sucede a los LUNATICOS y los idiotas. Cita de nuevo a Hooke para apoyar estas afirmaciones.
  11. Según Locke cuando nacemos somos libres y racionales lo que no quiere decir que EJERZAMOS esas facultades. Este hecho explicaría, según Locke, que la LIBERTAD NATURAL y la SUJECIÓN PATERNA son cosas COMPATIBLES: el niño nace como un ser racional y libre; lo que sucede es que, al principio, no puede ejercer esas facultades por lo que necesita la guía y el apoyo de sus padres. Estos dos aspectos son compatibles entre sí. En este contexto, Locke, se dirije a los más fanáticos defensores de la monarquía absoluta con el objeto de que aprecien esta diferencia y esta compatibilidad.
  12. Con el objeto de refutar a aquellos que defienden que la monarquía absoluta recibe, SIN NECESIDAD DE NINGÚN TIPO DE SUJECIÓN, su poder de la autoridad absoluta que Adán transmitió directamente a sus herederos directos, Locke, pide que nos imaginemos un monarca absoluto que muere en el momento en que su heredero viene al mundo. Es evidente que este hijo, aún siendo libre y soberano, asi como dotado de capacidad racional, tendría que estar, en principio, SUJETO a la autoridad de su madre y de sus tutores hasta que la edad despierte en su mente el uso de la razón. ¿En qué momento tendría el heredero edad para ejercer su libertad racional? Desde el momento - responde Locke - en que alcance la edad justa que le permita  gobernar. Es este un principio, señala Locie, que reconocen hasta los mismos ESTADOS ya que suelen señalar la edad según la cual los individuos empiezan a actuar como hombres libres. Por lo tanto, afirmar que el monarca absoluto está libre, del mismo modo que Adán, de todo tipo de sujeción, y situado, por tanto, al margen de todo tipo de ley, ya que ésta estaría impresa en él desde el momento de su nacimiento, es algo que no concuerda ni con la experiencia ni con el sentido común.
  13. La libertad del hombre, según Locke, se fundamenta en que posee una RAZÓN que le capacita para que sea instruido en las leyes y para conocer los LÍMITES de su voluntad libre. Y es que si no existieran límites, tal como pensaba Hobbes, ello significaría arrojar al hombre entre las bestias. Por ello, el poder de los padres debe ir encaminado a cuidar y educar a su descendencia mientras necesita estar bajo su tutela. Su labor consistiría en proveer de fuerza sus cuerpos y en dar vigor a sus almas para que los hijos sean útiles a sí mismos y a los demás.
  14. El poder de los padres sobre los hijos no tiene su base en ningún DERECHO NATURAL pues el padre solo es guardián de su hijo durante un breve período de tiempo, para perder, despues, todo el poder sobre los hijos. En este sentido, el poder de los padres sobre los hijos es meramente provisional y solo afecta al período en que los hijos son menores de edad. Locke defiende tambien la importancia de la MADRE en todo el proceso de tutela de los hijos.
  15. Aunque llega un momento en que los hijos se liberan de la sujeción de los padres no encontrando en su actuar más limitación que la impuesta por la ley natural o la ley municipal de sus país, tal liberta no exime al hijo de tener que HONRAR debidamente a sus padres. Esa honra implica una íntima estima y reverencia que ha de expresarse con signos externos de respeto. Según Locke no existe ningún Estado ni ninguna libertad que pueda absolver a los hijos de esta obligación. Ello no significa, sin embargo, que los padres tengan un poder de mandato sobre sus hijos o una autoridad para disponer a su antojo de su vida y libertad. Una cosa - señala Locke - es honrar a los padre y otra muy distinta requerir de los hijos una obediencia y sumisión absolutas.
  16. En el contexto de todo lo establecido hasta ahora, en relación con el poder paternal, sería necesario, según Locke, establecer una DISTINCIÓN ENTRE DOS TIPOS DE PODERES: A) el que tiene el padre a la hora de educar a sus hijos. B) El que se le rinde al padre durante su vida. Según Locke el no haber distinguido claramente estos dos tipos de poder es lo que ha llevado a muchos errores a la hora de hablar del poder paternal. Si se analizan bien estos dos poderes nos encontramos con el el PRIMERO de ellos, más que una prerrogativa del poder paterno es un DEBER en donde los privilegiados son realmente los hijos, ya que aunque es cierto que el padre tiene el poder de castigar y mandar, lo cierto es que todo va acompañado de un sentimiento de ternura que hace muy dificil el uso de un extremado rigor. Para justificar lo que acaba de decir, Locke, utiliza pasajes de la Biblia. Por lo que se refiere al SEGUNDO tipo de poder nos encontramos que el poder del padre reside en la honra que tiene derecho a recibir por parte de sus hijos. En este caso el privilegiado es el padre, que recibe tal honra, aunque ello no significa que tenga una autoridad para disponer a su antojo de la vida y libertad de los hijos que le honran.
    En defintiva, señala Locke, la PRIMERA PARTE del poder paternal ( más bien deber paternal ) pertenece al padre sólo temporalmente pues termina cuando la tarea de educar al hijo se acaba. La SEGUNDA PARTE ( honor ) sigue perteneciendo al poder del padre pero ello no significa que le haya sido entregado el cetro y el poder soberano de mandar por vida. Cuando del hijo se libera del tutelaje paterno el padre deja de tener dominio sobre sus propiedades y sus actos. Además, Locke, afirma que el honor dispensado a los padres VARIA según haya sido el cuidado y la atención que se haya dispensado a los hijos, ya que ocurre a menudo que algunos hijos reciben de sus padres más que otros.
  17. Locke establece una diferencia entre el PODER PATERNAL y el PODER POLÍTICO. El poder paternal implica poder ( deber ) del padre sobre sus hijos mientras son menores de edad,  y honra de los hijos para con los padres. El poder político implica poder sobre subditos mayores de edad y no implica la obligación de honra.
    El poder paternal, por tanto, nada tiene que ver con el poder que un Principe o un Magistrado tiene sobre sus súbditos. Y es que si el poder político fuera igual al poder paternal, entonces debería llevarse a cabo con súbditos menores de edad que se liberan de la autoridad del Príncipe, nada menos que, cuando pasan a ser mayores de edad. Además, tales súbditos, estarían obligados a honrar, como si fueran sus padres, a los Principes o a los Magistrados.
  18. A continuación, Locke, pasa a analizar OTRO TIPO DE PODER que vendría dado por el poder general que los hombres tendrían a la hora de TRASPASAR SUS BIENES a quienes quisieran y que, en el caso del poder paterno, estaría relacionado con los problemas de la HERENCIA. Según Locke, el padre, además de los dos poderes descritos más arriba, tendría tambien el poder de entregar sus bienes, con menor o mayor libertalidad, según la conducta de sus hijos. En este contexto, Locke, afirma que aúnque, en los casos de herencia, el poder de los padres obliga a los hijos a que los obedezcan incluso cuando éstos han superado la minoría de edad, y tambien los obligan frecuentamente a someterse a éste o aquel partido político, lo cierto es que tal potestad no deriva en virtud de un peculiar DERECHO DE PATERNIDAD, sino porque tiene en sus manos una recompensa que le da fuerza para premiar el sometimiento de sus hijos aún siendo mayores de edad.
  19. Como CONCLUSIÓN a todo lo dicho hasta ahora, en relación con el poder paterno, Locke, señala lo siguiente: A) el poder de los padres se extiende sobre sus hijos cuando éstos son menores con el objeto de procurarles disciplina y gobierno. B) Los hijos deben durante toda su vida honor y piedad para con sus padres lo que no significa que tales padres tengan el poder de dictar leyes, imponer castigos o tener dominio sobre las propiedades de su hijos mayores. C) en los casos de herencia, el poder de los padres obliga a los hijos a que los obedezcan, incluso cuando éstos han superado la minoría de edad, y tambien los obligan frecuentamente a someterse a este o aquel partido político. Ahora bien, tal potestad no deriva de un peculiar derecho de paternidad, sino de que el padre tiene en sus manos una recompensa que le da fuerza para premiar el sometimiento de sus hijos aún siendo mayores de edad.
  20. Locke finaliza este Capítulo VI haciendo referencia a la evolución del poder paternal en las PRIMERAS EPOCAS DEL MUNDO. Señala que, en tales épocas, no es de extrañar que el padre de familia acabara tambien por convertirse en Príncipe y depositario del poder ejecutivo aunque siempre con el consentimiento de sus hijos. Y es, señala Locke, que es lógico suponer que los hijos permitieran al padre, que los había educado, ayudado y mantenido, ser depositario de un poder monárquico mientras la familia existía. Ahora bien, esto no sucede en virtud de poder paternal alguno - como querían hacer ver los defensores de la monarquía absoluta - sino sólo por el consentimiento de los hijos que habrían depositado en el padre su confianza para que se encargara de hacer respetar la ley natural. Es por todo esto por lo que, según Locke, se habría abierto el camino para la autoridad y el gobierno del padre. Si durante su infancia los hijos se habían acostumbrado a someterse al juicio de la autoridad paterna, lo lógico es suponer que, cuando llegaron a ser hombres, siguieron pensando que tal padre seguía siendo la persona más adecuada para gobernar. En este contexto, no había aún conciencia de la distinción entre minoría y mayoría de edad ya que vivían en un estado en donde no era primordial el abandonar el estado de pupilaje paterno que les ofrecía seguridad y paz. De este modo fue, según Locke, como los padres naturales de familia se convirtieron en monarcas de sus hijos poniendo con ello los fundamentos de los reinos hereditarios. Ahora bien, si alguien intenta basar la autoridad de los reyes actuales en ese antiguo derecho paterno ( que se remontaría hasta Adán ), entonces ello serviría tambien - según Locke - para demostrar que tales reyes son, al mismo tiempo, SACERDOTES, ya que es verdad que, en el principio de los tiempos, el padre de familia era sacerdote, y era tambien el gobernante de su propia casa. ¿Estarían dispuestos, los defensores de la monarquía absoluta, a defender;  y los papas a aceptar, el caracter sacerdotal de sus reyes? ¿Estarían dispuestos los súbditos a aceptar que el rey fuera el gobernante no solo del Estado sino tambien de su propia familia? Ahora bien, lo que Locke parece estar queriendo decir es lo siguiente: si no se fendiende ni una cosa ni otra; ¿por qué empeñarse en defender la autoridad de un monarca en base a la herencia recibida del padre Adán?

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