Meditaciones Metafísicas |
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CERTIDUMBRE DE LAS COSAS MATERIALES Resta examinar si existen las cosas materiales......se puede deducir
que existen a partir de la facultad de imaginar
.........porque.......... la
imaginación, no parece ser otra cosa que cierta aplicación de la
facultad cognoscitiva al cuerpo que le está intimamente presente.......
Para aclararlo, examinaré primero la diferencia entre la imaginación y
la pura intelección. Por ejemplo, cuando me imagino un triángulo, no
supongo tan solo que es una figura comprendida en tres lineas, sino que
tambien veo estas tres lineas como presentes por el poder del intelecto,
esto es lo que llamo imaginar. Si quiero pensar en un quiliógeno, juzgo
que es una figura que consta de mil lados, con la misma certeza con que
he juzgado que el triángulo consta de tres; pero no del mismo modo me
imagino aquellos mil lados..............Por el contrario, si se trata de
un pentágono, puedo ciertamente concebir su figura, como la figura del
quiliógeno, sin la ayuda de la imaginación; pero puedo tambien
imaginarla, aplicando mi atención a los cinco lados....y advierto
evidentemente que he de menester entonces de un peculiar esfuerzo de
ánimo para imaginar, que no me es preciso para concebir. Este esfuerzo
nuevo de ánimo muestra claramente la diferencia entre imaginación e
intelecto..............Además considero que este poder de imaginar.......,en
tanto difiere del poder de concebir, no es requerido para la esencia
de
mi espíritu...... puesto que aunque desapareciese aquel, yo
permanecería sin duda tal como soy ahora, de donde parece seguirse que
aquél depende de una cosa diferente de mí.........de suerte que este
modo de pensar difiere tan solo de la pura intelección en que la mente,
mientras concibe, se concentra en cierto modo en sí misma, y considera
alguna de las ideas que tiene; por contrario, cuando imagina, se vuelve
al cuerpo y ve en él algo conforme a la idea concebida por ella o
percibida por los sentidos.........Por ello conjeturo con toda
probabilidad que el cuerpo existe; pero tan sólo con
probabilidad......ya que no veo todavía que de la clara idea de la
naturaleza corporea que existe en mi imaginación, se pueda tomar alguna
prueba que concluya necesariamente que exista algún cuerpo........................................... DESCARTES |
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RESTA EXAMINAR
Despues de haber demostrado la existencia de Dios, a través
de la 3ª
Meditación, y del argumento
ontológico, presente en la 5ª, Descartes, decide analizar de un
modo definitivo el problema
de la certeza de las cosas materiales.
6ª Meditación
FACULTAD DE IMAGINAR
DIFERENCIA ENTRE INTELECCIÓN E IMAGINACIÓN
IMAGINAR
PENSAR
PECULIAR ESFUERZO DE ÁNIMO
NO ES ALGO ESENCIAL
CONJETURAS
LOS SENTIDOS BUSQUEDA DE UN ARGUMENTO ENTRE OTROS CUERPOS AFECTOS LO EXTERIOR CUALIDADES SECUNDARIAS PROCEDENCIA DE LAS IDEAS SIN MI CONSENTIMIENTO PROCEDER DE MÍ MISMO SEMEJANZA ENTRE IDEAS Y COSAS RECORDABA NADA EN EL INTELECTO QUE NO ESTÉ EN LOS
SENTIDOS NATURALEZA DESTRUCCIÓN DE EXPERIENCIAS DOS CAUSAS DE DUDA AHORA CERTEZA SOY UNA COSA QUE PIENSA EL CUERPO ES UNA COSA EXTENSA ALMA Y CUERPO SON DISTINTOS LAS COSAS SON EXTENSAS FACULTAD PASIVA FACULTAD ACTIVA SUBSTANCIAS DIFERENTES A MÍ
Descartes, en el análisis de la certeza de las cosas materiales, se plantea, en
primer lugar, si la imaginación podría ser la facultad que nos permite
saber sobre la existencia de las cosas materiales.
6ª Meditación
Con el objeto de averigüar la certeza de las cosas materiales,
Descartes, investiga primeramente sobre las diferencias que existen entre
la imaginación y la intelección.
6ª Meditación
Cuando imaginamos un triángulo no solamente suponemos que es un figura
comprendida en tres lineas, sino que tambien vemos esas tres lineas. Esto
es a lo que Descartes llama imaginar.
6ª Meditación
Cuando pensamos, por ejemplo en un quiliogeno, juzgamos que es una
figura que consta de mil lados con las misma certeza que hemos juzgado que un triángulo
tiene tres. ¿Lo imaginamos, es decir, los vemos del mismo modo?
6ª Meditación
Una de las diferencias existentes entre imaginación e intelección,
consiste en que la imaginación necesita de un peculiar esfuerzo de
ánimo que no aparece en la intelección. Es evidente que no se
necesita el mismo esfuerzo para juzgar lo que es un triángulo que para
imaginar lo que es ese mismo triángulo. Además, cuanto más compleja sea la
figura más esfuerzo habrá que realizar para imaginarla, es decir, para verla.
6ª Meditación
Otra de las diferencias existentes entre imaginación e intelección
consiste en que la primera no es algo esencial para nuestro
espíritu. Esto quiere decir que, según Descartes, aunque no tuviésemos
imaginación no dejaríamos de ser substancias pensantes.
6ª Meditación
CONCENTRACIÓN
Otra diferencia existente entre imaginación e intelecto
consiste, según Descartes, en que la mente cuando piensa se concentra
en sí misma mientras que cuando imagina tiene que volverse
(convertere) al cuerpo para ver en él lo concebido y percibido por
la mente a través de los sentidos.
6ª Meditación
Descartes, en su estudio de la imaginación como facultad que nos
pudiera permitir saber con certeza acerca de la existencia de los cuerpos
materiales, llega a la conclusión de que, a través de ella, solamente se
podría conjeturar como probable, pero no con una certeza clara y distinta,
acerca de tal existencia. Por ello, concluye que de la existencia de la
imaginación no se puede deducir prueba alguna que nos permita saber con certeza
acerca de que existe algún cuerpo material.
6ª Meditación
Descartes pasa ahora analizar la naturaleza de los sentidos. Ellos
parecen ser los responsables de que lleguen a la imaginación las
representaciones de las cosas materiales.
6ª Meditación
Descartes, teniendo como base a los sentidos,
intenta descubrir alguna prueba que nos demuestre que ellos son
los que nos permiten saber con certeza acerca de la existencia de las cosas
materiales.
6ª Meditación
MIEMBROS CORPORALES
Descartes, en el estudio de los sentidos, realiza una
especie de resumen de lo tratado anteriormente en relación con las razones
de la duda metódica. Recuerda haber creido que los sentidos parecen ser los
responsables de ponernos en contacto con los miembros de nuestro cuerpo, como
pueden ser, las manos, cabeza, pies, etc. Estas representaciones son tan claras
claras que parece absurdo dudar acerca de su certeza. ¡Si no fuera por los
sueños!
6ª Meditación
Los sentidos parecen ser tambien los responsables de que
sintamos las representanciones que nos llegan de otros cuerpos diferentes al
propio. Son esos otros cuerpos los que parecen transmitirnos, según sea el caso,
sensaciones de placer o de dolor.
6ª Meditación
Los afectos de tristeza, alegría, ira, así como las sensaciones
internas de hambre y de sed, parecen tener su causa en la existencia de
cuerpos externos.
6ª Meditación
Los sentidos parecen ser tambien ser los responsables de que estemos en
contacto con las cualidades de los cuerpos externos. Esas cualidades pueden ser primarias,
es decir, existentes en los cuerpos en sí, como por ejemplo, la extensión, la
figura y el movimiento.
6ª Meditación
Los sentidos parecen ponernos en contacto con las
cualidades secundarias de las cosas, como por ejemplo, el sonido, el color o el
sabor de los cuerpos. Esas cualidades no existen en los cuerpos en sí sino
gracias a los órganos sensoriales que los producen. Esto implica que, según
Descartes, no tendría sentido afirmar que existen sonidos en los cuerpos sin
prescindimos del oido que los percibe, o colores si prescindimos de la
vista, u
olores si prescindimos del sentido del gusto.
6ª Meditación
Descartes recuerda aquí algo que ya había analizado en
profundidad en la
6ª Meditación
Una de las razones que le llevaron a Descartes a pensar que las cosas
eran la causa de las ideas residía en que estas ideas parecen surgir en uno sin
su consentimiento. Es decir, que uno no puede sentir el objeto cuando
le apetece ya que no se puede sentir si no está presente.
6ª Meditación
Descartes recuerda tambien aquí algo planteado en profundidad en la 3ª
Meditación. Recuerda como, en principio, le resultaba dificil entender
como las ideas que se refieren a las cosas externas podrían derivar de sí
mismo. Lo más lógico parece pensar que tales ideas parecen proceder, no de uno
mismo, sino de las cosas materiales externas. Sabemos, sin embargo, que Descartes llegará a la conclusión que
uno mismo parece ser la causa de ideas
que se refieren a las cosas materiales, a los ángeles y a otros
hombres
parecidos a uno mismo. Unicamente la idea de Dios parece escapársenos. En
relación a esta idea parece imposible entender que uno mismo pueda ser su
causa. Pero eso, sucede despues de la desaparición de la duda metódica.
Descartes está recordando, en estos momentos, como eran sus ideas antes de la
tal desaparición.
6ª Meditación
En la 3ª Meditación,
Descartes, había analizado, además del problema de la procedencia de
las ideas, la cuestión de la semejanza entre cosas e ideas.
6ª Meditación
Es evidente que Descartes está recordando aquí cuál era su posición acerca de
la naturaleza de los sentidos antes del planteamiento y resolución de la
duda métodica.
6ª Meditación
Este principio aristotélico-tomista que dice que, no existe
nada en el intelecto (tábula rasa) que no procediese de los sentidos,
es en el que Descartes creía antes de plantear y resolver la
6ª Meditación
Descartes recuerda tambien aquí algo que había tratado en la 3ª
Meditación cuando había establecido una diferencia entre naturaleza
y luz natural. Era la naturaleza - especie de ímpetu
espontaneo - lo que le llevaba a creer que las cosas eran
semejantes a las ideas y la causa de las mismas. La luz natural se
encargaría de demostrarle que esa creencia era algo muy dudoso.
6ª Meditación
Cuando Descartes somete a la duda metódica
las opiniones de su época de estudios, una de las primeras creencias que somete
al tribunal de la duda será precisamente todo aquello que ha aprendido a
través de los sentidos. Advierte que los sentidos externos le
engañaban en lo lejano y los internos en lo cercano.
6ª Meditación
Descartes recuerda aquí las dos causas principales
que le llevaron a plantear la duda metódica. Una de
esas causas está relacionada con el mundo de los sueños. Estos son los
responsables que llegue a dudar de los sentidos internos
pues, a partir de los sueños, Descartes afirma no estar seguro de que tener manos o
de estar sentado delante de un fuego. La otra causa residía
en que, al ignorar quien era el autor de su creación, era posible la existencia
de un genio maligno que le llevaba a equivocarse, incluso, en lo que
parecían verdades evidentes, como, por ejemplo, que 2+3=5.
6ª Meditación
Despues de haber llevado a cabo un repaso de toda su
experiencia filosófica anterior, Descartes, se sitúa de nuevo en el lugar al
que ha llegado en sus investigaciones, es decir, en la 6ª meditación.
Ahora sabe quien es y tambien que Dios existe. Se trata de sacar
las consecuencias de estas ideas.
Descartes amplía aquí su criterio general de certeza: todo lo que
conciba clara y definidamente es cierto ya que Dios es
garantía de ello.
6ª Meditación
Desde aquí hasta el final de este texto, perteneciente a la 6ª Meditación,
Descartes, deduce una serie de verdades que considera como evidentes, gracias a
que Dios existe. La primera de esas verdades es que está seguro que
él es una cosa
que piensa.
6ª Meditación
Desde aquí hasta el final de este texto, perteneciente a la 6ª Meditación,
Descartes, deduce una serie de verdades que considera como evidentes, gracias a
que Dios existe. La segunda esas verdades es que está seguro que su
cuerpo es una cosa extensa.
6ª Meditación
Desde aquí hasta el final de este texto, perteneciente a la 6ª Meditación,
Descartes, deduce una serie de verdades que considera como evidentes, gracias a
que Dios existe. La tercera de esas verdades es que está seguro que el alma
y el cuerpo son realidades diferentes.
6ª Meditación
Desde aquí hasta el final de este texto, perteneciente a la 6ª Meditación,
Descartes, deduce una serie de verdades que considera como evidentes, gracias a
que Dios existe. La cuarta de esas verdades es que está seguro que el
concepto de extensión es una cualidad primaria que pertenece por
sí misma a los cuerpos.
6ª Meditación
Desde aquí hasta el final de este texto, perteneciente a la 6ª Meditación,
Descartes, deduce una serie de verdades que considera como evidentes, gracias a
que Dios existe. La quinta de esas verdades es que está seguro que
existe en él una facultad pasiva que le permite sentir y recibir ideas.
6ª Meditación
Desde aquí hasta el final de este texto, perteneciente a la 6ª Meditación,
Descartes, deduce una serie de verdades que considera como evidentes, gracias a
que Dios existe. La sexta de esas verdades es que está seguro que existe
en él una facultad activa que le permite producir y crear ideas.
6ª Meditación
Desde aquí hasta el final de este texto, perteneciente a la 6ª Meditación,
Descartes, deduce una serie de verdades que considera como evidentes, gracias a
que Dios existe. La séptima de esas verdades es que está seguro que existen
cosas corporesas que causan en uno las ideas y de que éstas son semejantes
a tales cosas.