LIBRO IV ENSAYO SOBRE EL ENTENDIMIENTO
HUMANO
CAPÍTULO II
Sobre los grados de nuestro conocimiento
{Resumen - Comentario}
- Locke comienza señalando que las diferencias que existen en la
claridad de nuestro pensamiento depende de las diferentes maneras con que la
mente percibe el acuerdo o desacuerdo entre las ideas. Esto implica que
existen diferentes GRADOS en el conocer. Así nos
encontramos con que, algunas veces, la mente percibe de un modo INMEDIATO
el acuerdo o desacuerdo entre las ideas. Por ejemplo, que lo blanco no es
negro, que un círculo no es un triángulo, que tres son más que dos, etc.
En tales casos la mente percibe estas verdades por mera intuición y sin la
intervención de ninguna otra idea. Por ello, Locke, denomina este tipo de
conocer como CONOCIMIENTO INTUITIVO. En otros
casos la mente percibe el acuerdo o desacuerdo de cualquier idea pero no de
forma inmediata y, por ello, se ve obligada a hacer intervenir a otras ideas
con el objeto de descubrir el acuerdo o desacuerdo que busca. A esto lo
denomina Locke como raciocinar. Por ejemplo, cuando la mente desea saber el
acuerdo o desacuerdo en magnitud entre los tres ángulos de un triángulo y
dos rectos, no puede hacerlo por medio de una mirada inmediata. Por ello no
tiene un conocimiento intuitivo. En este caso la mente necesita acudir a
otros ángulos con respecto a los cuales los tres ángulos de un triángulo
tengan una igualdad. Pues bien a este tipo de conocimiento, Locke, lo
denomina CONOCIMIENTO DEMOSTRATIVO y a la rapidez que
tenga la mente para llevarlo a cabo lo denomina como sagacidad. {Texto
2a}
- Además de lo señalado hasta ahora existen, según Locke,
OTRAS DIFERENCIAS entre el conocimiento
intuitivo y el demostrativo. La primera diferencia tiene que con la DUDA.
Y es que, aunque el conocimiento demostrativo es un conocimiento cierto y
seguro, antes de la demostración existía la duda, algo que en el
conocimiento intuitivo no puede suceder. La segunda tiene que ver con la CLARIDAD.
Y es que la percepción presente en el conocimiento demostrativo se
encuentra muy disminuida en relación con la evidencia del conocimiento
intuitivo. Locke compara lo dicho con una cara que es reflejada por varios
espejos y en donde los reflejos sucesivos van perdiendo claridad y
perfección. La tercera tiene que ver con la INFERENCIA.
Es evidente que en una demostración cada paso de la misma tiene que ser
retenida con exactitud en la mente. El problema es que en deducciones muy
largas, la memoria no puede retener con exactitud todo lo que se quiere
inferir o demostrar. Esto hace que el conocimiento demostrativo sea más
imperfecto que el intuitivo. {Texto 2b}
- Además del conocimiento intuitivo y demostrativo, Locke, hace referencia
también a la existencia de lo que denomina como CONOCIMIENTO
SENSITIVO. Sobre este tipo de conocimiento, Locke,
afirma que sobrepasa la mera probabilidad pero que, al mismo tiempo, no
alcanza totalmente ninguno de los grados de certidumbre presentes en el
conocimiento intuitivo y demostrativo. Además este tipo de conocimiento ha
sido totalmente cuestionado por muchos filósofos. Aunque no lo cita con su
nombre es evidente que Locke está pensando en Descartes como uno de los
filósofos que habían cuestionado la certeza de tal tipo de conocimiento. Y
es que Descartes, en las Meditaciones metafísicas, había señalado que, aunque
en nuestra mente exista una idea
referida a una cosa externa, ello no implicaba necesariamente que tal cosa
exista independientemente de tal idea. Es posible, afirma Descartes, (aunque
éste no sea su pensamiento final) que los hombres tengan en su mente
ideas de cosas y que, sin embargo, al mismo tiempo, tales ideas no existan realmente como
objetos distintos de las mismas.
Locke piensa que no tiene
sentido tal planteamiento ya que estamos dotados de una evidencia que
sobrepasa toda duda, en este aspecto, pues estamos absolutamente seguros que no es lo mismo tener
una percepción del sol cuando lo miramos de día y cuando pensamos en él
por la noche. Lo que sucede es que Descartes también si había planteado lo
mismo y había acudido al mundo de los sueños para
señalar que también había soñado haber visto
de día del sol y haber pensado en él de noche. Ahora
bien, si ello es así, se planteaba Descartes, como podemos estar
seguros de cual de ellos es el sol verdadero:
¿el del estado de vigilia? ¿el de los sueños?
Locke, menos idealista,
señala que le parece un juego de palabras el comparar la realidad de la
vigilia y la de los sueños, como puede verse claramente si comparamos la
realidad del fuego que nos quema estando despiertos y el que nos quema
cuando dormimos.
En definitiva, según Locke, el conocimiento que se refiere a
la existencia de objetos externos particulares (conocimiento intuitivo) es
una clase de conocimiento que puede añadirse, sin problemas, al intuitivo y al
demostrativo. {Texto
2c}
Capítulo
II
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