LIBRO II ENSAYO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO
CAPÍTULO I
De las ideas en general y de su origen
{Resumen-Comentario}
- Locke comienza afirmando que no hay duda de que el hombre tiene IDEAS
( blancura, dureza, dureza, pensar, ejercito, ebriedad...) por lo que sería
necesario intentar averiguar como llega a tenerlas, es decir, su origen.
Afirma también que al haber demostrado anteriormente que no existen ideas
innatas ya no tendría sentido responder que reside en su existencia el
origen de las ideas. {Texto1a}
- Para intentar averiguar el origen de las ideas, Locke, parte del supuesto
de que la mente es como un papel en blanco (tábula rasa) limpio de toda
inscripción y sin ningún tipo de idea. ¿cómo llegar a tenerlas? Su
respuesta es clara: a través de la EXPERIENCIA. Esa
experiencia tiene su base en la existencia de los sentidos externos y en la
existencia de sensaciones internas. Esos dos elementos son las dos fuentes
del conocimiento que permiten la existencia de la ideas en el ser humano. {Texto1b}
- La existencia de los sentidos externos permite que estos transmitan a la
mente las cualidades de los objetos sensibles. Ello permite que la mente
posea las ideas de amarillo, blanco, calor, frío, blando, duro, amargo o
dulce. Tales cualidades son sensaciones que la mente convierte en
percepciones o IDEAS DE SENSACIÓN. Por
su parte, la existencia de la posibilidad de que la mente pueda reflexionar
acerca de sus propias operaciones interiores provee al entendimiento de
ideas que no se derivan directamente de las cosas externas. Son ideas
referidas al pensar, dudar, creer, razonar, querer..... Son, en definitiva,
ideas que se refieren a la actividad de nuestra propia mente y de la cual
tenemos conciencia. Locke afirma que tales ideas al no depender directamente
de los sentidos externos podría decirse que son producto del sentido
interno. Las denomina como IDEAS DE REFLEXIÓN:
ideas que la mente se procura al reflexionar sobre sí misma. {Texto1c}
- Existen, por tanto, según Locke, DOS
FUENTES del origen de las ideas: las cosas externas
materiales, como objetos de sensación y las operaciones internas de la
mente como objetos de reflexión. Locke señala que emplea el término
operaciones en un sentido amplio, es decir, para significar no tan solo las
acciones de la mente en relación con las ideas sino también la existencia
de ciertas pasiones que tales ideas pueden producir, como, por ejemplo,
satisfacción, desasosiego, temor....{Texto1d}
- Locke afirma que las ideas de sensación son más fáciles
de adquirir que las de reflexión. Y es que éstas últimas necesitan de un
mayor grado de atención y dedicación. Para justificar lo que quiere decir,
Locke, se sirve del ejemplo de los niños. Afirma que éstos no suelen tener
ideas claras sobre la naturaleza de las operaciones de sus mentes (ideas de
reflexión) ya que los primeros años se emplean generalmente en mirar hacia
fuera, es decir, hacia el mundo de las sensaciones externas, y pocas veces
se detienen a pensar en lo que ocurre en su interior. Para hacer esto es
necesario llegar a la madurez; y algunos hay señala Locke, que ni entonces
lo hacen.{Texto1e}
- A continuación, Locke, se pregunta acerca del momento en que el hombre
tiene ideas, es decir, el momento en que comienza percibir, ya que, según
él, tener ideas y percibir son la misma cosa. Para analizar esta cuestión,
Locke, señala que muchos piensan que el ALMA PIENSA SIEMPRE
y que que el pensar es tan inseparable del alma como la extensión lo es del
cuerpo. Ahora bien, si ello es cierto, entonces preguntar por el comienzo de
las ideas es lo mismo que inquerir por el comienzo de su alma. Espinosa
cuestión..... {Texto1f}
- En relación con el ALMA, Locke, señala que no
está dispuesto a analizar si es algo que existía antes de insertarse en el
cuerpo (al modo platónico) ya que no está de acuerdo con quienes
identifican alma e ideas. Locke afirma que la percepción de ideas no
constituye la esencia del alma sino únicamente una de sus OPERACIONES.
Esto implica que tal alma no tiene porque estar siempre pensando, siempre en
actividad al modo que lo hace Dios ya que Éste es infinito pero el ser
humano es finito. En consecuencia, señala Locke, es evidente que existe
algo en nosotros que tiene el poder de pensar; ahora bien, afirmar que su
esencia consiste en pensar y, por tanto, es algo que está haciendo
perpetuamente es algo de lo que nadie puede estar seguro. {Texto1g}
- A continuación, Locke, expone las razones que le llevan a DUDAR
que alma y pensamiento se identifican de tal modo que la primera siempre
está pensando. Para exponer sus dudas analiza las diferencias entre el
mundo de la VIGILIA y el mundo de los SUEÑOS.
Es evidente que cuando el hombre está dormido piensa (sueña) pero sin
tener conciencia de ello ya que le resulta imposible experimentar algún
placer o algún dolor real en el sueño. Y si alguien dijera que el alma,
cuando uno está dormido, es capaz de pensar por sí misma al margen del
cuerpo, entonces ello nos llevaría a concluir que un hombre que duerme y
sueña no es realmente la misma persona ya que, cuando sueña, no le
interesa para nada su propio dolor o su propia felicidad. Para justificar su
crítica, Locke, describe también un curioso experimento con el alma de
Castor y de Polux cuando ambos están dormidos. {Texto1h}
- Defender que el alma se encuentra siempre pensando y, al mismo tiempo, no
guardar ningún recuerdo de lo que piensa (como sucede a muchos) cuando uno
está dormido hace que el alma sea semejante, según Locke, a un ESPEJO
que recibe continuamente una multiplicidad de imágenes o ideas, pero
sin retener ninguna. Además si el alma (cuando uno duerme) carece del
recuerdo de sus pensamientos ¿con qué fín -se pregunta Locke, piensa el
alma? Y es que sus pensamientos se asemejarían a los rasgos en el polvo que
el primer soplo de aire borra. Por todo ello, Locke, señala que ni la NATURALEZA
ni el CREADOR pudieron nunca realizar cosas excelentes
para usos bajos o para ningún uso, algo que sucedería con la creación de
un alma que piensa siempre pero que no recuerdo aquello sobre lo que está
pensando.{Texto1i}
- Por otro lado, si con el objeto de demostrar que el alma siempre piensa,
alguien afirmase que existen muchos casos en los que se retienen los
pensamientos mientras uno está dormido, Locke, señala que ello no
demostraría otra que la IRRACIONALIDAD de tal alma ya
que, en la mayoría de tales casos, los sueños son extravagantes e
incoherentes. Ello estaría mostrando, por otra parte, algo curioso: el alma
cuando se separa del cuerpo, es decir, cuanto está en estado puro, tiene
pensamientos más irracionales que cuando está unido a él. Ello nos
llevaría a tener que concluir que el alma debe al cuerpo la perfección de
su pensar racional. {Texto1j}
- Locke interroga a los que defienden que el alma puede pensar y tener
ideas, sin necesidad del cuerpo, e, incluso, que pensaba y existía antes de
su unión con él; ¿como es posible que no RECORDEMOS
como eran y en que consistían tales ideas? Es muy extraño, señala Locke,
que el alma ni una sola vez en toda la vida del hombre recuerde ninguno de
sus pensamientos puros y originarios; ninguna de esas ideas que tuvo antes
de que tomara nada prestado del cuerpo. Ante tal dilema, Locke, señala que
no tenemos más remedio que concluir lo siguiente: o bien el alma recuerda
algo que el hombre no recuerda, o bien la memoria pertenece solamente a
aquellas ideas que proceden del cuerpo o de las operaciones de la mente
sobre ella. {Texto1k}
- Locke, afirma que es tan ININTELIGIBLE afirmar
que un cuerpo es extenso pero sin partes, como el decir que alguien piensa
pero no es consciente de ello. Y es que tal afirmación sería lo mismo que
decir que un hombre está continuamente HAMBRIENTO,
pero que no siempre siente hambre, ya que el hambre consiste precisamente en
esa sensación del mismo modo que el pensar consiste en tener conciencia de
que uno lo hace.{Texto1l}
- Locke pide a aquellos que afirma que un hombre siempre tiene conciencia
de que piensa que despierten a un hombre de un SUEÑO
PROFUNDO y le pregunten que es lo que pensaba en ese momento. Si el
mismo no tiene conciencia de haber estado pensando nada, entonces deben ser ADIVINOS
aquellos que son capaces de descubrir en la mente de los demás la
existencia de ideas de las cuales el interesado no tiene la menor noción de
ellas.{Texto1m}
- Locke señala que, a partir de todo lo dicho hasta ahora, no ve ninguna
razón para creer que el alma piensa antes de que los sentidos le hayan
proporcionado ideas sobre las que reflexionar. Para apoya su postura nos
pide que observemos la EVOLUCIÓN DE UN NIÑO desde su
nacimiento, y podrá comprobarse como su alma se abastece más y más de
ideas por medio de los sentidos. Veremos como empieza a reconocer aquellos
objetos que han dejado en él una impresión más duradera lo que es un
efecto de que empieza a retener y distinguir aquellas ideas que los sentidos
le comunican. En definitiva, señala Locke, la mente se perfecciona de
manera gradual. {Texto1n}
- Por último, Locke, se pregunta acerca del momento en que COMIENZA
un hombre a tener ideas. Su respuesta es clara: en el momento en que tiene
una sensación por vez primera. Y es que Locke piensa que las ideas del
entendimiento son simultaneas a la sensación, la cual, a su vez, es un
impresión hecha en alguna parte del cuerpo a partir de la existencia de
estímulos externos. Ese hecho primario es lo que produce algún tipo de
percepción o idea de sensación. En la recepción de tales ideas el
entendimiento es pasivo. A su vez, el entendimiento tiene la capacidad de
poder reflexionar sobre sus propias operaciones en torno a las ideas
adquiridas a través de la sensación, lo que que permite que puedan
aparecer tambien percepciones que, en este caso, denomina como ideas de
reflexión. En la producción de estas ideas el entendimiento es activo.
En definitiva, Locke, diferencia entre impresiones extrínsecas a la
mente producidas por objetos externos y que originan ideas de sensación; e
potencias intrínsecas que pertenecen exclusivamente a la mente y que dan
lugar a las ideas de reflexión. Ambas constituyen el origen de todo nuestro
conocimiento. {Texto1o}
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Capítulo I
Ensayo