LIBRO II ENSAYO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO

CAPÍTULO XI
Acerca del discernir y de otras operaciones de la mente
{Resumen-Comentario}

  1. En este capítulo, Locke, trata acerca de las distintas operaciones que utiliza la mente en relación con sus ideas. Tales operaciones son esencialmente cuatro: discernir, comparar, componer y abstraer.
  2. En relación con el DISCERNIR, Locke afirma que a  través de estar facultad la mente es capaz de distinguir entre las diferentes ideas que existen en la mente. Y es que si la mente no pudiera distinguir entre las diferentes ideas sería imposible alcanzar un conocimiento evidente y tener, por tanto, certidumbre sobre la veracidad de las ideas pues todas estarían a un mismo nivel. En la medida en que una mente esté embotada, a la hora de discernir unas ideas de otras, en esa misma medida, afirma Locke, nuestras nociones resultarán confusas, y nuestra razón y nuestro juicio estará perdidos y perturbados. En este contexto, Locke diferencia entre INGENIO y JUICIO.  El primero estriba en tener la capacidad de reunir varias ideas, juntando aquellas en las que existe semejanza o relación, de manera que se producen cuadros felices y visiones agradables a la imaginación. El segundo es totalmente opuesto ya que actúa separando cuidadosamente aquellas ideas entre las que puede encontrar la menor diferencia, para, de este modo, evitar por la semejanza que se produzca engaño, ya que podría tomarse una idea por otra a causa de su similitud. Por otro lado, señala Locke, para poder distinguir bien nuestras ideas, éstas tienen que ser claras y concretas, y eso, aún siendo conscientes que los sentidos pueden engañarnos, como decía Descartes. {Texto11a}
  3. En relación con el COMPARAR, Locke, señala que la mente tiene también la capacidad de comparar unas ideas con otras. De esta operación depende toda esa amplia serie de ideas que se engloban bajo la denominación de RELACIÓN, idea de la que hablará más adelante.{Texto11b}
  4. En relación con el COMPONER, Locke afirma que, a través de esta operación mental, el sujeto es capaz de, partiendo de las ideas simples de sensación y de reflexión, combinarlas para formar así ideas complejas. Locke incluye en esta operación del componer a la de AMPLIAR: así podemos tener de una docena al sumar (reunir y ampliar) varias unidades.{Texto11c}
  5. Por lo que se refiere al ABSTRAER, Locke, señala que esta operación de la mente se produce cuando el ser humano es capaz de convertir las ideas particulares en ideas generales. Tales ideas generales tendrían su realidad al margen de toda existencia, como sucede cuando hablamos del tiempo o del espacio. Kant nunca denominaría al espacio y al tiempo como ideas y tampoco aceptaría que la mente las llega alcanzar a través de la intuición; pero éste es otro tema. Para Locke, estas apariencias desnudas y precisas (conceptos abstractos) de la mente las erigen el entendimiento a partir de las ideas particulares pero para convertirlas en modelos y representativos de todas las de la misma especie. Por ejemplo, cuando la mente advierte en el yeso o en la nieve el mismo color que ayer había percibido en la leche, considera tan sólo esa apariencia y la convierte en representativa de todas las de su clase, dándole el nombre de blancura.{Texto 11d}
  6. A la luz de todo lo señalado hasta ahora, es interesante destacar, en este capítulo, la diferencia que Locke establece entre la IDIOTEZ y la LOCURA. Locke afirma tal diferencia radica en lo siguiente: los locos juntan ideas equivocadas y, por ello, formulan juicios erróneos; mientras que los idiotas formulan muy pocas proposiciones. En definitiva, un imbécil es aquel que no utiliza su capacidad de discernir, comparar, componer o abstraer sobre las diferentes ideas que posee en su mente. Por su parte, un loco es que, sin perder su capacidad de razonar, une las ideas de manera equivocada y las considera como verdaderas; en definitiva, los locos razonan correctamente, lo que sucede es que lo hacen a partir de principios erróneos, ya que convierten sus fantasías en realidades a partir de la cuales establecen sus deducciones. Así, por ejemplo, un loco que se cree un rey, exigirá, de acuerdo con sus razonamientos, que se le guarde el debido respeto y acatamiento, algo que realmente sucede así en alguien que es verdaderamente un rey. {Texto11e}

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