LIBRO II ENSAYO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO

CAPÍTULO XXIX
De las ideas claras y oscuras, distintas y confusas
{Resumen - Comentario}

  1. En este capítulo, Locke, afirma que las ideas, además de ser simples o complejas, pueden ser también CLARAS, OSCURAS, DISTINTAS y CONFUSAS. Por lo que ser refiere a las ideas simples, éstas serán CLARAS cuando son tal como los objetos mismos de los que proceden. En este sentido la idea de color azul será clara cuanto mejor represente en la mente al objeto del cual procede la sensación del color. Por su parte, las ideas son OSCURAS cuando no reflejan con exactitud el objeto del que proceden. Por su parte, mientras la memoria pueda retener las ideas de esta manera y ofrecerlas a la mente, tales ideas serán siempre claras. Por su parte, cuando carezcan de exactitud con el original, perdiendo su primera frescura, entonces serán oscuras. Por lo que se refiere a las ideas complejas, en cuanto están formadas por ideas simples, serán claras en la medida en que las ideas de las que están compuestas sean claras.{Texto 29a}
  2. Locke describe a continuación las CAUSAS de la OSCURIDAD de las ideas simples. Destacan las siguientes: a) Embotamiento de los órganos. b) Ligereza y transitoriedad de las impresiones que causan los objetos. c) Debilidad de la memoria. {Texto 29b}
  3. Locke hace referencia también a las DIFERENCIAS existentes entre las ideas claras, distintas y confusas. Una idea CLARA es aquella de la cual la mente tiene una percepción tan evidente, como la que recibe de un objeto exterior. Por su parte, una idea DISTINTA es aquélla por la que la mente percibe la diferencia con todas las demás. Una idea CONFUSA es aquella que no se distingue de modo suficiente de otra, de la cual debía ser diferente.{Texto 29c}
  4. Existe una OBJECIÓN relacionada con la existencia de las ideas confusas. Y es que, según algunos, no puede haber ninguna idea en la mente que no se pueda distinguir de otra. Y es que no se diferencia de otra, entonces, si tiene que ser diferente de algo lo sería de sí misma, lo que cual sería algo contradictorio. Para solucionar esta dificultad, Locke, piensa que la confusión de la ideas no reside tanto en ellas mismas como en los NOMBRES que tales ideas reciben. Así, por ejemplo, si alguien define a cierto animal con el nombre de bestia con pintas, parece evidente que en cualquiera que tenga que definir quien es realmente ese animal se encontrará realmente confuso ya que tal nombre puede representar a animales diferentes (leopardo, lince, pantera, cebra, etc). En definitiva el uso de nombres generales es una de las causas que hacen confusas e indeterminadas a las ideas. Además, dado que las ideas son RETRATOS de las cosas y representan multitud de ideas simples, pueden resultar confusas hasta que a esa amalgama de ideas simples no se les da un nombre determinado que las configure y las haga claras. Otras veces la confusión de las ideas tienen su razón de ser en la indeterminación y falta de SIGNIFICADO exacto que damos a ciertas palabras. Así, por ejemplo, si alguien no conoce el significado exacto de la palabra idolatría, parece evidente que tendrá en su mente una idea confusa. {Texto 29d}
  5. Al final del capítulo, Locke, analiza, como ejemplos de ideas confusas, los conceptos de ETERNIDAD y de DIVISIBILIDAD INFINITA. En relación con el la ETERNIDAD señala que aunque, en principio, parece una idea clara y distinta ya que parece representar una idea muy clara de una longitud de duración muy grande; sin embargo,  como, al mismo tiempo, resulta imposible que tal idea incluya cualquier tipo de duración por muy grande que sea, eso la vuelve algo muy oscuro e indeterminado. Nos encontramos, por tanto, frente a un nombre que es incapaz de abarcar todo el significado que dice representar y, por ello, se vuelve confusa. Por su parte, cuando se hable de DIVISIVILIDAD IN INFINITUM lo único que tenemos claro es la idea de división, pero, por lo que se refiere al volumen del cuerpo, que decimos que se divide, no tenemos ninguna idea clara. Así, por ejemplo, si se le pregunta a alguien que ha dividido un pequeño átomo de polvo cual es la diferencia entre la millonésima y la diezmillonésima parte, parece evidente que le resultaría muy difícil tener una idea clara sobre tal diferencia. En definitiva la idea que representa el tamaño es muy oscura a no ser por la existencia del número, que se convierte en el nombre que nos permite hablar de una, diez o un millón de partes, pero nunca tener una idea clara de la diferencia real existente entre tales partes ya que llega un momento en que, en su división, se nos volverían confusas y difíciles de determinar. {Texto 29e}

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