LIBRO III ENSAYO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO

CAPÍTULO III
De los términos generales
{Resumen - Comentario}

  1. Locke comienza señalando que, aunque todas las cosas existentes son particulares, las palabras que las significan son, en su mayoría, TÉRMINOS GENERALES. Ello se debe, no a la negligencia o a la fortuna, sino a la razón y a la necesidad. Y es que, según Locke, sería imposible que cada cosa particular tuviera un nombre peculiar distinto ya que estaría por encima de del poder humano la capacidad de forjar y retener ideas distintas de todas las cosas particulares con las que entramos en contacto, como sucedería con cada pájaro, bestia, árbol o planta que afecta a nuestros sentidos.  Además, aún siendo posible llevar a cabo tal acción, sería algo inútil ya que, con ello, únicamente se lograría amontonar un gran número de cosas particulares que no ayudarían para nada a comunicar los pensamientos de cada uno. Por último, el utilizar un nombre para cada cosa particular no sería de gran utilidad para el desarrollo del conocimiento, ya que éste se amplia a través de concepciones generales que reducen a géneros y especies a las distintas cosas particulares. {Texto33a}
  2. A continuación, Locke, decide analizar como se FORJAN en la mente los conceptos generales. Su respuesta se puede resumir del modo siguiente: A) Las palabras llegan a ser generales debido a que son los signos de las ideas generales. B) Las ideas llegan a ser generales cuando se separan de las circunstancias temporales y espaciales y, a través de la abstracción, se las habilita para representar más de una cosa particular. {Texto33b}
  3.  Para explicar mejor lo que acaba de decir, Locke, decide tratar acerca de los ORÍGENES, los GRADOS y las ETAPAS a través de los cuales llegamos a formar nuestros términos generales. Por lo que se refiere a los orígenes parece evidente que, si observamos el comportamiento de cualquier niño, podemos comprobar que, en principio, sus ideas se refieren únicamente a cosas particulares. Así, las ideas de nodriza o madre representan, como si se tratase de retratos de esas personas, tan sólo a esos individuos, por lo tales nombres únicamente designan a esas personas. Más tarde, con el paso del tiempo, el niño observa que las cualidades que existen en la nodriza y en la madre abarcan también a otras muchas personas con lo que los nombres de madre o nodriza ya no representan únicamente a los sujetos originarios sino a todos aquellos que participan de las mismas cualidades. Ahora bien, según Locke, esto no significa ningún cambio cualitativo sino el simple abandono de los aspectos particulares para aplicarlos a algo más general. Y de la misma manera que llegan adquirir estos conceptos generales, se podría avanzar hacia nociones todavía más generales, como el concepto de animal o de animal racional u hombre.{Texto33c}
  4. Según Locke la DIFERENCIA existente en las cosas particulares y los términos generales consiste únicamente en que los segundos dejan fuera de consideración las características particulares de cada individuo. Esta es la diferencia que existe, por ejemplo, entre Pedro y Hombre o entre Caballo y Bucéfalo; tanto en Hombre como en Caballo se prescinde de las características que definen a Pedro o a Bucéfalo y se les considera con con otras existencias particulares con las que coinciden. Lo mismo puede decirse de otros conceptos más generales aún que Hombre o Caballo. Por todo ello, afirma Locke, todo el pretendido misterio tradicional sobre los géneros y las especies no consiste en otra cosa que en la existencia de ciertos términos generales abstractos a los que se les dio un nombre. Además la utilización de tales términos implica mayor comodidad y rapidez para la comprensión ya que no hay duda que es mucho más fácil definir al hombre como animal racional que como substancia extensa sólida, dotada de vida, sentidos y movimiento, así como de la faculta de razonar. {Texto33d}
  5. Después de todo lo señalado hasta ahora, Locke, afirma que parece claro que lo GENERAL y lo UNIVERSAL no pertenecen a la existencia real de las cosas, sino sólo a los SIGNOS, sean éstos PALABRAS o IDEAS. Las palabras son generales cuando se utilizan como signos de ideas generales; y las ideas son generales cuando se forman para representar muchas cosas particulares. Ahora bien, la universalidad no pertenece a las cosas mismas. En este sentido, las generalidades son CRIATURAS DE NUESTRA PROPIA HECHURA (¿no está aquí Locke adelantándose a Kant cuando éste afirme que el entendimiento puede, por sí mismo, con ocasión de la experiencia, producir conceptos puros o categorías?) en donde su naturaleza consiste únicamente en poseer la capacidad que se le otorga al entendimiento de representar muchas cosas particulares. {Texto33e}
  6. Locke decide considerar también qué clase de SIGNIFICACIÓN tienen las palabras generales. Afirma que no significan ni cosas particulares (ya que entonces no serían términos generales) ni tampoco una pluralidad (ya que entonces deberían significar lo mismos hombre que hombres). Los términos generales son PALABRAS que representan diferentes clases o grupos. Tales palabras son, a su vez, SIGNOS DE IDEAS abstractas que la mente ha elaborado y a las que se da un NOMBRE. Por todo ello, la pretendida esencia de la filosofía tradicional no es, en último término, otra cosa que un nombre que nos permite situar dentro de un mismo grupo a individuos con características parecidas. {Texto33f}
  7. La clasificación de las cosas, basadas en términos generales, bajo ciertos nombres, es un PRODUCTO DEL ENTENDIMIENTO, que es llevado a cabo a partir de la observación de la similitud existente entre tales cosas. Tal observación es la base para que el entendimiento cree ideas abstractas referidas a conceptos generales. Por todo ello, señala Locke, cuando decimos éste es un hombre, esto es la justicia, o eso es un caballo, lo que hacemos es clasificar las cosas bajo diversos nombres específicos, en tanto en cuanto dichas cosas se conforman con aquellas ideas abstractas que hemos convertido en signos. Por consiguiente, todos esas llamativas palabras que nos hablan de las esencias, los géneros o las especies, no son otra cosa que ideas abstractas que existen en la mente como vínculos entre las cosas particulares y los nombres que los clasifican. Hablar, por tanto, de esencias reales de las substancias, como si tales esencias fueran algo presente en las cosas, cuando únicamente existen como ideas en la mente, es una fuente continúa de equívocos y errores. {Texto33g}
  8. A continuación, Locke, trata acerca de las diferentes SIGNIFICACIONES del la palabra ESENCIA. Uno de sus significados hace referencia a lo que una cosa realmente "es", es decir, a la constitución real e interna de las cosas. Otro significado se refiere no tanto a la constitución real de las cosas como a la constitución artificial de los géneros y de las especies. En este contexto, Locke, denomina al primer tipo de esencia como REAL; mientras que al segundo lo define como NOMINAL.  La esencia nominal  y la real es la misma en las especies de ideas simples y de los modos. Por ejemplo, una figura que encierra un espacio entre tres lineas es tanto la esencia real como la nominal de un triángulo, ya que, por un lado, es el fundamento de donde fluyen sus propiedades (esencia real), y, por otro, el nombre de figura con tres lados implica necesariamente al triángulo (esencia nominal). Por su parte, cuando se trata de las substancias la esencia real y la nominal son diferentes. Por ejemplo, en un anillo su esencia real y nominal son distintas ya que una cosa es su constitución real (propiedades) y otra distinta el nombre que se le da a ese conjunto de propiedades. {Texto33h}
  9. Según Locke, existen DOS TIPOS DE OPINIONES en lo que se refiere a las esencias reales de las substancias corporales. Una de ellas identifica la esencia con las características que estarían presentes y de las que participan todos los miembros de una misma especie. Locke considera absurda esta concepción como lo demuestra la frecuente producción de idiotas y monstruos en todas las especies lo que hace que resulte imposible de concebir que cosas que participen de la misma esencia real puedan tener propiedades diferentes. La otra considera que todas las cosas tienen una constitución real, pero desconocida, de la que brotan todas sus cualidades sensibles que sirven para distinguir unas de otras. Locke considera también esta opinión como absurda ya que basar el conocimiento de la esencia de algo en lo desconocido resulta incomprensible.{Texto33i}
  10. Locke critica también la doctrina tradicional acerca de la INMUTABILIDAD de las esencias. Por lo que se refiere a la esencia real de las cosas es absurdo hablar de inmutabilidad ya que al destruirse la propiedades de un objeto desaparece también la pretendida esencia real sobre la que, supuestamente, se sustentan tales propiedades. Por lo que se refiere a las esencias tomadas de las ideas establecidas en la mente, se pueden pensar que permanecen siempre igual y, por lo tanto, son inalterables. Y es que, independientemente de lo que les hay ocurrido a Alejando o a Bucéfalo, lo que parece evidente es que las ideas que tenemos de ellos siguen presentes en nuestra mente. Locke no niega este supuesto siempre que se considere que las esencias no son más que ideas abstractas de la mente. Ahora bien, afirmar que tales ideas subsisten al margen del sujeto o que siguen existiendo (al modo platónico) cuando tal sujeto desaparece, no deja de ser una barbaridad. En definitiva, según Locke, todo el asunto de los géneros, las especies y las esencias se reduce a lo siguiente: A) Los hombres forman ideas abstractas en sus mentes. B) A esas ideas se les da una nombre. C) Sobre la base de tales nombres, el hombre puede discurrir y razonar sobre tales ideas ya que, para esta tarea, son más útiles los términos generales que los particulares. {Texto33j}

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