Las virtudes propias del carácter son las virtudes éticas. Estas virtudes fueron analizadas por Aristóteles en capítulo anteriores de la  Ética a Nicómaco.

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Las virtudes propias del intelecto son las virtudes dianoéticas o intelectuales. Son las que Aristóteles va analizar a partir de ahora.
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Para Aristóteles, del mismo modo que en la parte irracional del alma se encuentran la parte nutritiva y la parte apetitiva, en la PARTE RACIONAL se encontrarían presentes las dos funciones siguientes: una parte es la que denomina como CIENTÍFICA ( contempla realidades que no pueden ser de otra manera=necesarias ) y la otra es denominada como CALCULATIVA O DELIBERATIVA ( contempla realidades contingentes que pueden ser de otra manera a como son. ) 

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La parte científica del alma se refiere, por tanto, a realidades que no pueden ser de otra manera ( necesarias ). Lo que sucede es que a tales realidades necesarias la ciencia se refiere a ellas bajo tres modos o formas. 1º) De forma inductiva: de lo particular se llegaría a lo general. 2º) De forma deductiva: de lo general se llega a lo particular. 3º) De forma intelectiva: se refiere a los principios que no necesitan demostración, como sucedería, por ejemplo, con el principio de contradicción.
En relación con la parte científica del alma las virtudes intelectuales serían: 1º) La sabiduría: abarca las ciencia ( inductiva y deductiva ) y el intelecto. 2º) La Ciencia: abarca el conocimiento de los inductivo y de lo deductivo. 3º) El intelecto: supone el dominio de los principios que no necesitan demostración.

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La parte calculativa o deliberativa de la parte racional del alma supone la búsqueda de la verdad según deseo recto y se refiere a realidades contingentes. Tales realidades contingentes tienen un carácter productivo ( arte ) o un carácter de actuación ( prudencia ). Las virtudes que se corresponden, según Aristóteles, con esta parte racional del alma son:  1º) El arte: es una virtud intelectual de carácter productivo y significa una disposición productiva acompañada de razón verdadera. 2º) La prudencia es una virtud intelectual referida no a la producción sino a la actuación. Aristóteles la define como una disposición racional verdadera y práctica de lo que es bueno para el hombre. El fin de la producción es distinto de ella, pero el de la acción (praxis)  no puede serlo. Más adelante, Aristóteles, analiza en detalle estas virtudes.
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Tanto la parte científica como la calculativa pertenecen a la parte racional del alma pues ambas persiguen la consecución de la VERDAD. Lo que sucede es que la científica persigue la verdad lógica o puramente intelectual; mientras que la deliberativa persigue la verdad que está de acuerdo con el DESEO RACIONALMENTE RECTO, es decir, la verdad práctica. Es la diferencia que existiría entre un lógico, un político prudente y un artista. Todos poseerían virtudes intelectuales ya que persiguen la consecución de la verdad ( intelectual ) y no, necesariamente, el ser templados o generosos ( virtudes éticas  ). No puede olvidarse que Aristóteles aunque no llega al extremo del intelectualismo de Sócrates, sin embargo, piensa que, por ejemplo, un político nunca podría ser prudente sin no sabe (teoría) realmente lo que es el bien. Ahora bien, según Aristóteles, la verdad intelectual que persigue el lógico o el artista se diferencian en que, en el segundo, su realización no es algo uniforme y necesario, como en el caso de una derivación lógica, en donde su conclusión si lo es. De todos modos, la realización artística es algo intelectual porque llevarla a cabo exige determinados conocimientos que no serían necesarios en la realización de las virtudes morales. Es importante entender que, según Aristóteles, no sólo hay virtudes intelectuales que son diferentes entre sí ( sabiduría, prudencia, arte, ); sino que también el que tales virtudes intelectuales, aún siendo diferentes entre sí, no son éticas sino dianoéticas.
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Tanto la parte científica como la calculativa pertenecen a la parte racional del alma pues ambas persiguen la consecución de la VERDAD. Lo que sucede es que la científica persigue la verdad lógica o puramente intelectual; mientras que la deliberativa persigue la verdad que está de acuerdo con el DESEO RACIONALMENTE RECTO, es decir, la verdad práctica. Es la diferencia que existiría entre un lógico, un político prudente y un artista. Todos poseerían virtudes intelectuales ya que persiguen la consecución de la verdad ( intelectual ) y no, necesariamente, el ser templados o generosos ( virtudes éticas  ). No puede olvidarse que Aristóteles aunque no llega al extremo del intelectualismo de Sócrates, sin embargo, piensa que, por ejemplo, un político nunca podría ser prudente sin no sabe (teoría) realmente lo que es el bien. Ahora bien, según Aristóteles, la verdad intelectual que persigue el lógico o el artista se diferencian en que, en el segundo, su realización no es algo uniforme y necesario, como en el caso de una derivación lógica, en donde su conclusión si lo es. De todos modos, la realización artística es algo intelectual porque llevarla a cabo exige determinados conocimientos que no serían necesarios en la realización de las virtudes morales. Es importante entender que, según Aristóteles, no sólo hay virtudes intelectuales que son diferentes entre sí ( sabiduría, prudencia, arte, ); sino que también el que tales virtudes intelectuales, aún siendo diferentes entre sí, no son éticas sino dianoéticas.
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CAPÍTULO PRIMERO
(Resumen)

  1. Comienza haciendo referencia a la división de las virtudes del alma en virtudes morales (éticas) y virtudes dianoéticas (intelectuales). Tal división tiene su base en que alma posee dos funciones: a) una es capaz de razón (entendimiento) b) la otra carece de razón (apetito). Sobre la primera función reposan las virtudes intelectuales y sobre la segunda las virtudes morales.

  2. Señala que sobre las virtudes morales ya ha tratado en capítulos anteriores y que, ahora, tocar analizar las virtudes intelectuales. Por ello afirma que, dentro de la razón o entendimiento, existen dos facultades: una nos permite ver (inmediatamente) y establecer (demostrativamente) principios necesarios, es decir, que son así y no pueden dejar de serlo. Otra se ocupa de las cosas contingentes, es decir, de cosas que pueden ser de otra manera a como son. A la primera de estas facultades la denomina Aristóteles como Ciencia (facultad de demostración científica que trata del razonamiento mediato de tipo inductivo-deductivo, así como de los principios que no necesitan demostración. A la segunda la denomina como Calculativa ( facultad de razonamiento dialéctico o de opinión ).

  3. Al finalizar el capítulo I, Aristóteles, señala que, en adelante, va a considerar cual es la virtud que se corresponde con cada una de estas dos facultades.
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CAPÍTULO SEGUNDO
(Resumen)

  1. Antes de analizar las virtudes intelectuales, Aristóteles, señala lo siguiente: todo obrar es una mezcla de intelecto y de apetito. Esto quiere decir que para poder alcanzar la verdad  y poder obrar correctamente, es necesario contar con la existencia de los sentidos, del entendimiento y del apetito. Los sentidos son esenciales para poder conocer, pero, sin embargo, no son imprescindibles para el obrar. Por su parte, el entendimiento es la base de la verdad tanto teórica como práctica. Por último, el apetito es la base de toda actuación buena o mala.

  2. Las virtudes tienen su base tanto en el intelecto como en el apetito. Por eso dice Aristóteles: la virtud moral es hábito (acto-apetito) escogido voluntariamente (intelecto), y la elección voluntaria (intelecto) es apetito puesto en consulta. En definitiva, para que exista la virtud la razón ha de actuar siguiendo la al entendimiento y al apetito que actúe según el deseo recto.
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CAPITULO TERCERO
(Resumen)

  1. Aristóteles comienza, a partir de este este capítulo, el análisis e cada una de las virtudes intelectuales. Inicia su análisis con la que denomina como Ciencia y que se correspondería con la virtud intelectual que da lugar a la denominada Sabiduría y que abarcaría lo que anteriormente hemos denominado como Epísteme y Nous.

  2. La Ciencia trata sobre cuestiones que no pueden ser de otra manera a como son. La base de las mismas reside en cosas que son entendidas por inducción y por deducción.

  3. La Ciencia es una hábito demostrativo que actúa sobre principios universales y necesarios bien de modo inductivo o bien de modo deductivo o bien sin necesidad de demostración (primeros principios).

  4. Cuando una persona domina todo el tipo de saber señalado podría decirse que posee la virtud intelectual de la SABIDURÍA TEÓRICA.

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