Y en primer lugar hablemos
del valor. Que es un término medio entre el miedo y la temeridad, ya ha
quedado manifiesto. Es evidente que tememos las cosas terribles y que éstas
son, absolutamente hablando, males, por eso también se define el miedo como la
espera de un mal. Tememos, pues, todo lo que es malo, como el descrédito, la
pobreza, la enfermedad, la falta de amigos, la muerte, pero, el valiente no
parece serio frente a todas estas cosas: pues algunas han de temerse y es noble
temerlas, y no hacerlo es vergonzoso, por ejemplo, el descrédito: el que lo teme
es honrado y decente; el que no lo teme desvergonzado ...... Ahora bien, el
valiente es intrépido como hombre: temerá, por tanto, también estas cosas,
pero como es debido y según la razón lo admita en vista de lo que es
noble, pues éste es el fin de la virtud ...... Por tanto, el que soporta y teme
lo que debe y por el motivo debido, como y cuando debe, y confía del mismo
modo, es valiente, porque el valiente sufre y obra según las cosas lo merecen y como
la razón lo ordena ..... El que peca por exceso de confianza respecto de las
cosas temibles es.. temerario
que es como un jactancioso que aparenta valor; al
menos, tal corno el valiente se comporta frente a lo terrible, quiere aparecer el
temerario, y por tanto lo imita en lo que puede ..... El que se excede en el
temor es cobarde, teme, en efecto, lo que no debe y como no debe, y se dan en él
todas las características semejantes: Le falta también confianza, pero se manifiesta más claramente por el exceso de que da, muestras en los dolores. El
cobarde es, pues, un descorazonado, pues lo teme todo ...... Con las mismas cosas
tienen que habérselas, por tanto, el cobarde, el temerario y el valiente, pero
se comportan de distinto modo frente a ellas. Los unos pecan por exceso o por
defecto, otro mantiene la actitud intermedia y debida. Los temerarios son
precipitados y prontos antes de los peligros, y ceden cuando se encuentran en
ellos, mientras que los valientes
son fuertes en la acción, pero antes de
ella tranquilos. Como hemos dicho, pues, el valor es un término medio
respecto de las cosas que inspiran confianza o temor.
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