LA INCONTINENCIA NO ES PRODUCTO DE LA IGNORANCIA

Hemos de decir que hay tres clases de condiciones morales que se deben rehuir: el vicio, la incontinencia y la brutalidad. Los contrarios de dos de ellas son evidentes: al uno lo llamamos virtud y, al otro, continencia; a la brutalidad lo mejor que vendría oponerle es la virtud sobrehumana, una clase de virtud heroica y divina....de modo que si, como dicen, los hombres llegan a ser dioses mediante una sobreabundancia de virtud, es claro que una disposición de esta naturaleza se opondría a la brutalidad....Tenemos que hablar de la incontinencia, de la blandura y la molicie, así como de la continencia y de la resistencia...Pues bien, suele admitirse que la continencia y la resistencia son buenas y laudables, y la incontinencia y blandura malas y censurables....y que el incontinente sabe que obra mal movido por la pasión, y el continente, sabiendo que las pasiones son malas, no las sigue y se deja guiar por la razón...Asimismo se piensa que el hombre moderado es continente y  resistente; pero del continente unos piensan que siempre es moderado y otros no, y del incontinente unos dicen que es a la vez desenfrenado, y otros que incontinente y desenfrenado son cosas distintas. En cuando al hombre prudente, unas veces se dice que es imposible que sea incontinente, y otras que hay quienes siendo prudentes y hábiles son incontinentes.......Se podría pensar como es posible que un hombre que juzgue rectamente se porte con incontinencia. Algunos piensan que esto es imposible si se tiene conocimiento: sería absurdo, pensaba Sócrates, que existiendo conocimiento alguna cosa pudiera dominar a alguien arrastrándole de aquí para allá como a un esclavo. Sócrates se oponía a esta idea sosteniendo que no hay incontinencia, porque nadie obra contra lo mejor a sabiendas, sino por ignorancia. Ahora bien, esta manera de razonar está en desacuerdo con lo que vemos claramente que sucede en la experiencia, y, por ello, es necesario investigar acerca de esta afección, para averiguar si es debido a la ignorancia o no. Porque parece evidente que el que se conduce con incontinencia, antes de ser dominado por ella, no cree que debe hacerlo.....Hay quienes...dicen que el incontinente, cuando es dominado por el placer, no tiene conocimiento, sino sólo opinión. Pero si es opinión y no conocimiento, y, por ello, no es fuerte la convicción que se opone a la pasión, sino floja, entonces deberíamos tener indulgencia con el que se atiene a ella enfrentado con deseos violentos. Pero para este tipo de maldad no tenemos indulgencia..... Porque ni aun el incontinente absolutamente hablando lo es respecto de todo, sino respecto de aquello que hace precisamente que el desenfrenado lo sea...ya que entonces la incontinencia se confundiría con el desenfreno.....Porque uno obra deliberadamente, creyendo que siempre se debe perseguir el placer presente; el otro, no lo cree, pero lo persigue.

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