Que es con los placeres y los dolores con lo que tienen que tanto los
incontinentes y firmes como los incontinentes y blandos, es evidente. Ahora
bien, de las cosas que producen placer, unas son necesarias y, otras,
apetecibles por sí mismas pero susceptibles de exceso; son necesarias las
corporales (y llamo así a las relacionadas con el alimento y con las relaciones
sexuales..); las otras no son necesarias, pero sí apetecibles por sí mismas
(por ejemplo, la victoria, el honor, la riqueza y los bienes y placeres de esa
índole). Pues bien, a los que respecto de estas últimas cosas van más allá
de la recta razón que hay en ellos, no los llamamos incontinentes sin más.....
Los incontinentes lo son respecto a los placeres
corporales...Ahora bien, de los
apetitos y placeres unos lo son, por su propia índole, de cosas nobles y
buenas...., otros de cosas contrarias a éstas....Tratándose, pues de todas las
primeras, los hombres no son censuradas por experimentarlos, por apetecer o amar
tales cosas, sino por hacerlo de cierta manera y con exceso...Y es que no hay
depravación alguna en esas cosas por la razón que hemos dicho, porque todo eso
es por sí mismo naturalmente apetecible, pero sus excesos son malos y deben
rehuirse...Por lo tanto, consideradas en sí mismas, no existen en ellas
incontinencia....Esta surge cuando se hace un uso desmesurado de ellas pudiendo
desembocar, incluso, en la brutalidad.
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