AMISTAD POR DISPOSICIÓN Y POR ACTUACIÓN

Lo mismo que tratándose de las virtudes llamamos a unos hombres buenos por su disposición y a otros por su actuación, así  también cuando se trata de la amistad.: los que conviven se complacen los unos en los otros....,mientras que los que están durmiendo o separados espacialmente no están ejercitando su amistad, pero tiene la disposición adecuada para ejercitarla, porque el espacio no impide la amistad sin más, sino su ejercicio. Pero si la ausencia se prolonga también la amistad parece caer en el olvido....Por ello los que se aceptan recíprocamente como amigos pero no conviven, parecen tener menos disposición el uno respecto del otro más bien que amistad.....pues nada hay tan propio de los amigos como la convivencia....Por otro lado, no es posible ser amigo de muchos con amistad perfecta, como tampoco estar enamorado de muchos a la vez (este sentimiento parece, en efecto, un exceso, y en tales condiciones es natural que tenga por objeto a una sola persona): que muchos agraden a la vez extraordinariamente a uno, no es fácil...Pero además es preciso adquirir experiencia y llegar a una intimidad....En cambio, por conveniencia o por placer, si es posible que muchos agraden a la vez, porque son muchos los que reúnen las condiciones necesarias...De estas formas la que más se parece a la amistad es la que lleva a cabo por placer...y de esta clase son las amistades de los jóvenes....La que busca interés es propia de comerciantes....Por su parte los poderosos parecen tener amigos de diferentes clases: unos les son útiles y otros les son agradables....pero nos los buscan agradables con virtud, ni útiles para lo que es honroso; sino a unos frívolos, aspirando al placer, y a otros hábiles para hacer los que les mande....Por todo ello es muy difícil hacerse amigo de un poderoso pues éste no suele hacerse amigo de verdad de alguien que esté por debajo de él a no ser que el inferior lo aventaje en virtud. Y es que si existe superioridad entre dos pretendidos amigos, no puede haber entre ellos igualdad proporcional y tal igualdad es una base necesaria para la amistad.
Aristóteles. Etica a Nicómaco. Libro VIII - Capítulo V

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