PLACER Y ACTIVIDAD

Podría pensarse que todos aspiran al placer porque todos desean vivir; pues la vida es una actividad, y cada uno se ejercita en y con aquello que más ama: el músico oyendo melodías, el estudioso ocupando su mente con los objetos de su consideración, y así todos los demás, y como el placer perfecciona las actividades, perfecciona también la vida, que todos desean. Es razonable, por tanto, que aspiren también al placer, puesto que perfecciona la vida de cada uno, que le es apetecible. Dejemos, por ahora, la cuestión de si apetecemos la vida por causa del placer o el placer por causa de la vida. Ambas cosas, en verdad, parecen encontrarse unidas y no admitir separación, ya que sin actividad no hay placer, y el placer perfecciona toda actividad.
Aristóteles. Ética a Nicómaco. Libro X. Capítulo IV

Presentación